Golf

La guerra de Tiger y Sergio

La Razón
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El golf es un deporte de golpes. Golpes en el campo y, desde hace varias semanas, también fuera de él. Los que se han dedicado el legendario Tiger Woods y el golfista español Sergio García en los últimos días han hecho saltar las chispas de los circuitos mundiales y han dejado al descubierto los roces de una relación que de lo único que se alimenta es de lo profesional. «Él no me necesita en su vida. Y yo no lo necesito a él», aseguró Sergio García durante la previa del torneo de Wentworth. «Pero eso no significa que yo no pueda jugar junto a él». Jugar, juegan, pero quizá es la competitividad lo que ha terminado de corromper ese incómodo «trato cordial» entre ellos. «No nos divertimos el uno con el otro y no hace falta ser ingeniero para verlo», bromeó el español, consciente de que, para su desgracia, son muchas las veces que tienen que verse las caras. «Una vez, Tiger me llamó llorón, y quizá es la única verdad que ha dicho. Yo sé cómo es y vosotros lo estáis descubriendo».

Su relación comenzó a enfriarse durante la tercera jornada del The Players, disputado del 9 al 12 de mayo en el TPC Sawgrass, en Ponte Vedra (Florida). Ese día el español acusó al estadounidense de distraerlo mientras se preparaba para realizar su segundo golpe en el par 5 del hoyo 2. La veda se abrió y, desde entonces, la tensión se ha convertido en una constante. «Él no es el mejor tío del circuito», llegó a comentar Sergio García. Unas palabras que no sentaron nada bien al actual número uno del ranking. «Me ganará muchas veces, pero no me va a pasar por encima. No le tengo miedo», afirmó el español sin tapujos. Pero esta guerra no es unidireccional. Tiger tampoco esconde lo que siente. Y a la pregunta de si tiene intención de limar asperezas con el español, siempre responde «no».