McIlroy, un norirlandés con muchas marchas extra

Cual Usain Bolt del golf, Rory McIlroy se ha escapado en su pelea contra el campo y contra él mismo, y se ha colocado en el liderato en solitario en el Omega Dubai Desert Classic con -15 y una vuelta estratosférica de 64 golpes matizada por nueve birdies (seis en los segundos nueve hoyos) y un bogey. Palabras mayores.

En su golpeo de bola colocó varias marchas más que el resto y fue volando en solitario, sin oposición y únicamente el líder al principio del día, Jamie Donaldson, pudo mirarle a la cara (69), aunque de lejos, consiguiendo salvar los muebles por poco y solo ceder dos golpes.

Al lado de McIlroy estaba un Sergio García al que las muesas no sonrieron como a su compatriota europeo. El de Borriol necesita encontrar pronto la fórmula de la poción mágica, pues solo pudo terminar con 69 golpes que le dejan a siete del primer puesto, demasiada distancia. Lo tiene complicado (que no imposible) para defender el título, por lo que sus opciones pasan por este sábado realizar una gran vuelta que le recupere tres o cuatro golpes al liderato y atacar el domingo desde el principio.

Aguantó por su parte Miguel Ángel Jiménez. 68 golpes que, no obstante, le hacen bajar enteros y cinco puestos, pero le aseguran mantenerse en la pelea; de hecho, su ronda habría sido perfecta de no ser por el doble bogey del hoyo 7, porque en el resto de recorrido se hizo con seis birdies, demostración de veterano de guerra. Alejandro Cañizares está con -9 y su ronda, de 68 impactos, le ha permitido mantenerse, aunque le ha hecho bajar cinco puestos y es que los tres bogeys consecutivos (4, 5 y 6) le pesaron al principio, mostrándose dubitativo, pero luego cambió el chip y supo reaccionar con tres birdies seguidos (7, 8 y 9) y con un buen eagle en el 13.

Rafa Cabrera Bello terminaba con 69 golpes y dos birdies que le dan cierta tranquilidad para seguir mirando más hacia arriba que hacia abajo, y está con -6.

Con un golpe más aparece Adrián Otaegui, quien podía salvar el corte con cierta comodidad (dos golpes de diferencia) y, ya fuera del mismo, el buen día aunque insuficiente de Álvaro Quirós (67), los 73 impactos de Pablo Larrazábal, y el mal día de Nacho Elvira (78) y de Carlos Pigem (76).

@golfcom / Golf Confidencial