PGA Tour
Spieth confirma sensaciones y se apunta al carro de los récords
Haciendo de la excelencia su modus operandi, el norteamericano Jordan Spieth no ha dejado lugar a la sorpresa y ha encarrilado su triunfo en el AT&T Pebble Beach ProAm, a pesar de dejarse para el último día su vuelta menos brillante
Ha vuelto, definitivamente este era el torneo que Spieth necesitaba, la confirmación de que el ex número uno del mundo está listo para volver a asaltar su trono. Sus tres primeras rondas en Pebble Beach son dignas de estudio y aunque en la última no lució como acostumbraba, se limitó a guardar la ropa, a ver el devenir del resto de participantes y a disfrutar.
Porque al principio del día parecía que solo dos jugadores podrían sorprenderle: Dustin Johnson y Jason Day, por nombre y por ranking, pero aunque lo intentaron y Spieth no estuvo todo lo fino que suele con el putter (70 golpes y solo dos birdies), la ventaja que tenía era más que abultada y finalmente se llevó el torneo con cuatro de ventaja sobre un sorprendente e inesperado Kelly Kraft (67).
Con el modo crucero puesto desde el primer tee, no tuvo necesidad de ser la máquina arrolladora de otros días, fue aseado, haciendo lo justo, jugando al tran tran, con mucha superioridad, suficiente para ampliar sus vitrinas en su torneo número 100.
Otro record más para el norteamericano, único jugador de la historia del PGA Tour en cosechar la victoria por tres golpes o más en cinco ocasiones antes de cumplir 24 años, una proeza al alcance solo de su gran golf, que le ha dejado a solo un mes de superar a Tiger Woods como el más joven en conseguir nueve victorias (dos en el John Deree, Valspar, The Masters, US Open, Tour Championship, Tournament of Champions y el Dean & DeLuca, además del que acaba de ganar).
Aparte de los citados, hay que elogiar, aplaudir y comentar el resultado de Jon Rahm, quinto, empatado con Day y Gary Woodland, palabras mayores que consiguió tal y como dijimos en la previa, atacando desde el inicio, cazando muy bien las cales y llevándose en la tarjeta un 68 de seis birdies y un manchón de un doble bogey en el 3, por lo que su registro podría haber sido incluso más bajo.
En un campo siempre complicado y exigente para los golfistas, más aun si es tu primera temporada, el vasco ha vuelto a demostrar la pasta de la que está hecho, sus recursos y que su golf, por el momento, no flaquea, sino que apasiona.
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