Copa Inglesa

Los guantes especiales de Loris Karius que nadie más usa

El portero alemán, célebre por sus fallos en la final de la Champions 2018 entre el Liverpool y el Real Madrid, perdió ayer la final de la Copa de la Liga inglesa con el Newcastle

Karius recibe el segundo gol del Manchester United en la final de la Carabao Cup
Karius recibe el segundo gol del Manchester United en la final de la Carabao CupAgencia EFE

Loris Karius quedó marcado para siempre por su actuación en la final de la Liga de Campeones 2018. Aquella tarde en Kiev, el entonces portero del Liverpool le regaló un gol a Benzema en una acción que rozó lo ridículo y facilitó el 3-1 de Bale con unas manos de mantequilla ante un disparo lejano del futbolista galés, que antes le había hecho otro tanto de chilena. Klopp y sus compañeros salieron en defensa de Karius, pero lo primero que hizo el club en ese mercado de verano fue mandarlo cedido dos temporadas al Besiktas y pagar 62 millones a la Roma para contratar a Alisson Becker, un portero a la altura de la plantilla de los reds y que sigue en la portería de Anfield.

Este domingo Karius volvió a perder una final en la que participó porque a su entrenador, literalmente, no le quedaba otra opción que colocarlo entre los tres palos. El Newcastle se enfrentaba a Manchester United (2-0) en el partido definitivo de la Carabao Cup, nombre comercial de la Copa de la Liga, y Eddie Howe no podía contar con sus dos primeros guardametas. El titularísimo Nick Pope, el menos goleado no sólo de la Premier League sino también de las grandes ligas europeas sólo por detrás de Ter Stegen, estaba sancionado por una roja que vio ante el Liverpool.

El portero suplente es Martin Dúbravka, pero resulta que tampoco estaba disponible para la final en Wembley porque la primera parte de la temporada la jugó cedido en el Manchester United y había participado con los de Old Trafford en los encuentros de tercera y cuarta ronda ante el Aston Villa y el Burnley. La regla dice que un futbolista no puede jugar con dos equipos una misma edición de la Copa, así que estaba también descartado para defender la portería ante el United.

La casualidad hacía que el único disponible fuese Karius, que estaba en la plantilla y que no había jugado un partido oficial en los dos últimos años. Su última aparición había sido el 28 de febrero de 2021, en la Bundesliga, con la camiseta del Union Berlín, donde lo cedió el Liverpool una temporada después de terminar el préstamo en el Besiktas y antes de dejarlo libre una vez que terminó su contrato. Ayer le tocaba ponerse en la portería en un día importantísimo para el Newcastle, que lleva 55 años sin ganar un título nacional y que estaba inmerso en una racha de ocho finales consecutivas perdidas en Wembley. Ya son nueve con la de este domingo, en la que hay que reconocer que Karius no tuvo influencia en la derrota ni fue el peor de su equipo. De hecho, evitó el 3-0 en el último minuto de encuentro cuando le sacó un mano a mano a Bruno Fernandes, que chutó contra el cuerpo del guardameta. En el 1-0 no pudo hacer mucho ante el remate de cabeza de Casemiro desde muy cerca. Y en el segundo tanto tampoco tuvo responsabilidad, porque el remate de Rashford rebotó en su compañero Botman y cambió totalmente la trayectoria de la pelota.

Karius volvió a jugar y lo hizo luciendo unos guantes muy especiales y que son sólo para él. Están hechos de piel, un material no habitual en esta prenda, y les añaden la espuma adhesiva en la cara interna para aumentar la capacidad de agarre de la pelota. Son de la marca inglesa Popes.