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Guardiola: «Si dejaba a Messi en el banquillo se armaba un lío»

El ahora entrenador del Bayern afirma que se marchó del Barça porque ya no podía «motivar a sus jugadores» y que la derrota ante el Chelsea en 2012 fue el detonante para su salida.

El entrenador del Bayern, Pep Guardiola, sostuvo, en declaraciones a la web corporativa del consorcio automovilístico Audi, que la derrota del Barcelona ante el Chelsea en 2012 fue el detonante para su salida del equipo catalán pues después tuvo la sensación de que no podía volver a levantar al equipo.

"Éramos mucho mejores que nuestros rivales, pero concedimos un gol innecesario en la vuelta y antes que nos diéramos cuenta estábamos eliminados. Aquello supuso una gran derrota para mí. Me sentí como si no pudiera volver a levantar a mi equipo", dijo Guardiola.

Interrogado acerca de si esa derrota había provocado su salida del Barcelona, Guardiola respondió afirmativamente. "Si ya no puedes motivar a tus jugadores, como entrenador, sabes que ha llegado el momento de marcharse".

econoció que en su época en el Barcelona "se armaba un lío"cada vez que dejaba a Lionel Messi en el banquillo.

Guardiola reconoció que en su época en el Barcelona "se armaba un lío"cada vez que dejaba a Lionel Messi en el banquillo y lo explicó como un ejemplo de las dificultades que pueden darse cuando hay muchas estrellas en el vestuario. "Con muchas estrellas en la alineación, como tenemos actualmente en el Bayern Múnich o en mi anterior equipo el Barcelona, puedes llegar a situaciones donde la diversidad también puede ser destructiva", dijo Guardiola. "Todo el mundo quiere jugar, pero sólo puedes poner a once jugadores en el campo a la vez", agregó.

Los que se queden en el banquillo quedan descontentos y a eso se agrega "la presión, por parte de la prensa y de los fans, de tener que seleccionar a determinados jugadores". "Cada vez que dejaba a Messi en el banquillo, por ejemplo, se armaba el lío en Barcelona", remató.

Guardiola agregó que después necesitó recargar las baterías y lo logró con el año sabático que se tomó el Nueva York antes de asumir el banquillo del Bayern Múnich. "Liderar un equipo exige toneladas de energía. En otras palabras, hay momentos en los que necesitas recargar las baterías. Eso es lo que yo hice cuando me tomé un año sabático en Nueva York. Fue muy importante para mí, para mi familia y también para mi anterior equipo", dijo Guardiola.

Guardiola admite además que los éxitos obtenidos en el Barcelona también generaron una especie de saturación que hizo que cada vez tuviera más dificultades en motivarse a sí mismo y al equipo. "Fuimos increíblemente exitosos. Catorce títulos en sólo cuatro años, fue el mejor periodo en toda la historia del club. Pero eso puede ser también una losa. Encontré, progresivamente, dificultades para motivarme a mí mismo y al equipo", dijo.

"Con el Barcelona ya lo había ganado todo, tanto como jugador como entrenador. Y me di cuenta que al equipo le estaba resultando cada vez más difícil", agregó.

En el momento en que Guardiola tuvo su primer contacto con el Barcelona no podía prever que luego asumiría al equipo justo después de que este realizara, bajo su predecesor Jupp Heynckes, la mejor temporada de su historia con la obtención del triple de Bundesliga, Copa de Alemania y Liga de Campeones.

"El éxito actual del Bayern no se podía prever en el aquel momento. Pero el reto para mí es sencillamente entrenar a un nuevo equipo y continuar los logros conseguidos por mi predecesor, Jupp Heynckes", dijo.