Gareth Bale
James, una batalla perdida
Aunque está descartado hoy, en el Madrid creen que «no hay nada que hacer» y que jugará el martes, pese al riesgo que supone
Aunque está descartado hoy, en el Madrid creen que «no hay nada que hacer» y que jugará el martes, pese al riesgo que supone
Sólo cinco partidos se ha perdido James con Pekerman como seleccionador colombiano. Es uno de sus jugadores clave y con la clasificación en juego contra Paraguay (esta noche) y Uruguay, sólo va a prescindir de su estrella si ve que es imposible que juegue. El plan es que James descanse en este primer encuentro, pero que sí juegue el siguiente, en casa, contra Uruguay, el martes. «James está descartado contra Paraguay. Después veremos su evolución, pero no podemos hablar de plazos», aseguraba ayer Pekerman. El Real Madrid pide e insiste para que no se fuerce a un futbolista en riesgo de caer. Ahora mismo, sufre una lesión muscular de grado 1 en el sóleo de la pierna izquierda, que debería cuidarse con dos semanas de descanso. Se teme que un esfuerzo sin haberse recuperado bien le produzca un desgarro o algo más grave. «James está haciendo lo que haría en su club. De acuerdo al diagnóstico está haciendo la terapia y mejora cada día», continuaba ayer el seleccionador de Colombia.
Con Casemiro y Modric lesionados, James debería tener un papel fundamental en el Real Madrid en cuanto se recuperase y no se le quiere perder por jugar con su selección. Es el doctor Olmo quien se mantiene en contacto con la Federación colombiana y es él quien más pesimista es respecto a los planes de la selección con la estrella.
Ahora mismo, en el Bernabéu consideran que «le van a hacer jugar» en el segundo partido y que ya hay «poco que hacer» para evitarlo. El domingo por la tarde, después del encuentro contra el Eibar, James se marchó con su selección ante la estupefacción de toda la entidad blanca: no se podían creer que Colombia se arriesgase a contar con él, cuando estaba claro que no podía jugar y que no le iba a dar tiempo a estar listo. La otra opción era que fuese, le viesen y se volviese. Sin embargo, tras el examen que se le hizo en su país, se consideró que podía llegar al siguiente choque: «Valoro mucho el compromiso de James, él sabía que tenía que estar aquí y confiaba en las decisiones que íbamos a tomar», continuaba Pekerman.
No es la primera vez que el Real Madrid y la selección colombiana tienen un encontronazo por James. Ambos quieren contar con su estrella y no siempre los intereses coinciden. Algo parecido sucedió la temporada pasada con Benítez, cuando James recayó de una lesión y hubo un roce entre los servicios técnicos blancos y los colombianos. Las relaciones no son buenas y no llegan a puntos de unión. «Mal asunto», continúan en el Madrid cuando comentan este caso, porque nada está en sus manos y no pueden impedir lo que está sucediendo. «Se habla demasiado y a veces sin fundamento. Nosotros siempre obramos correctamente. Hay que respetar a las instituciones», contestaba ayer Pekerman antes del choque contra Paraguay. Sin James, por ahora.
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