Escándalo

Jaque mate por las bolas anales del ajedrez en China

El campeón nacional de ajedrez ha sido desprovisto del título por el supuesto uso del juguete sexual durante sus partidas

Yan Chenglong (derecha), campeón del Concurso Nacional Chino de Ajedrez
Yan Chenglong (derecha), campeón del Concurso Nacional Chino de AjedrezLR

El mundo del ajedrez chino está conmocionado desde que la Asociación China de Xiangqi (CXA) ha hecho un anuncio que ha dejado estupefactos tanto a aficionados como a jugadores. Un incidente ha sacudido hasta los cimientos el antiguo juego del Xiangqi, ya que el actual campeón nacional Yan Chenglong se ha visto inmerso en un escándalo que mezcla trampas y un episodio de mal comportamiento. El ajedrecista se impuso a decenas de aspirantes al título nacional de «Rey del Xiangqi», pero la victoria le duró poco. Chenglong fue descubierto ebrio defecando en la bañera de su habitación de hotel. Se le impusieron estrictas medidas disciplinarias, ya que según las autoridades «causó graves daños a la propiedad, atentó contra el orden público y faltó al respeto de las arraigadas buenas costumbres». De hecho, la Asociación calificó los hechos de «atroz falta de decoro» y calificó su conducta de «extremadamente inmoral».

Pero hubo más. El torneo denunció que el campeón había cometido supuestas irregularidades. El carácter de la presunta manipulación es peculiar, ya que implicó el uso de bolas anales. Éstas iban supuestamente equipadas con transmisores inalámbricos que facilitan la comunicación clandestina con un asistente externo. Parece que el deportista se sirvió de un código basado en el ritmo de apretar y aflojar las bolas para recibir indicaciones sobre el tablero de ajedrez que, a su vez, le indicaban las jugadas estratégicas mediante vibraciones. Pese a la ausencia de pruebas sobre las alegaciones de engaño, su conducta en el hotel fue suficiente por sí sola para que la asociación decretase la inhabilitación por un año y la confiscación de sus ganancias, adoptando una postura de tolerancia cero ante cualquier forma de conducta inapropiada. Con esta severa decisión el organismo trató de poner de manifiesto la trascendencia de sus errores «contrarios a la ética deportiva y a la dignidad de la competición».

Conocido como «ajedrez elefante», el Xiangqi se juega ampliamente en toda Asia y cada cultura lo reconoce con un nombre diferente. A diferencia de su homólogo internacional, este se juega en las intersecciones de un tablero cuadriculado con piezas marcadas con caracteres chinos. Sin embargo, este deporte y su comunidad se han visto estremecidos por el incidente de Chenglong. A medida que la fraternidad ajedrecística del país asiático asume las repercusiones de semejante episodio, el debate sobre la prevención de casos similares y el mantenimiento del juego limpio prosigue.

No es la primera polémica que apunta a un campeón de esta categoría por utilizar un juguete sexual para hacer trampas en su camino hacia la victoria. Hace un año, el gran maestro estadounidense Hans Niemann fue acusado de recurrir a bolas anales que vibraban para indicarle cómo realizar sus jugadas con el fin de derrotar al entonces campeón del mundo Magnus Carlsen, en el prestigioso torneo Sinquefield Cup de San Luis de Missouri.

Considerado por sus seguidores como el más grandioso ajedrecista del siglo XXI, Carlsen se retiró del torneo tras su derrota y posteriormente afirmó que el controvertido Niemann había incurrido en prácticas fraudulentas. Tras negarlo categóricamente, el estadounidense desencadenó una disputa legal que ambos acabaron resolviendo mediante un acuerdo extrajudicial. No obstante, Niemann, de 20 años, sí admitió que hizo trampa jugando en línea en su momento, pero sostiene que jamás lo intentó en competiciones presenciales.