Médicos
Javi Fernández: «Lo peor de todo es la incertidumbre»
Javi Fernández superó un cáncer de testículos y a los diez meses volvió a jugar.
Javi Fernández superó un cáncer de testículos y a los diez meses volvió a jugar.
«Yeray estará preocupadillo, pero es un tipo de cáncer que tiene una alta probabilidad de cura. En el noventa y tantos por ciento de los casos se sale de él. Tendrá algunos momentos más de bajón», advierte Javi Fernández, un futbolista malagueño que padeció el año pasado un cáncer de testículos igual que el defensa del Athletic, que fue intervenido ayer. «Con la quimio te ves un poco hecho polvo y tienes unos momentos más bajos. Lo peor de todo es la incertidumbre, no saber el alcance. Los primeros días fueron los peores. Después, el tratamiento es duro, pero sabía que me iba a curar y sabía que estaba siguiendo los pasos adecuados», añade.
Escuchar la palabra cáncer de la boca del médico es un golpe duro. «Cuando te lo dicen es un jarro de agua fría. Pasé cuatro o cinco días que no sabía dónde estaba. Cuando te dan una noticia de ésas siempre vas a lo peor. Pero con el paso de los días ya te dice el médico los pasos a seguir. Con la quimio estás un poco más bajo, pero es pasable y más para gente como nosotros, deportistas jóvenes. Tenemos otra manera de vivirlo», asegura.
Javi Fernández, que ahora tiene 28 años, jugaba en Gibraltar, en el Europa College, cuando le diagnosticaron el cáncer. «Estaba entrenando un día, me noté algo, me hice una analítica y a los tres días me operé. Me extirparon el testículo y a las tres semanas o así estaba ya con quimio», cuenta. Siempre contó con la ayuda de su equipo y de su gente. El Europa se hizo cargo de la intervención en una clínica privada gibraltareña y le respetó su salario en todo momento. El posoperatorio prefirió pasarlo en Málaga, cerca de casa. El apoyo de la familia y los amigos fue fundamental entonces. «Mi chica no se separó de mí en ningún momento. Los amigos siempre te llaman, recibí mensajes de muchísima gente, de ex compañeros de todos los sitios en los que he estado. Tuve un trato increíble, igual que el que va a tener Yeray. Seguro», afirma.
Contó también con el cariño de la Afe. Javi había participado en las sesiones que organiza la asociación para futbolistas sin equipo. De allí quedó la amistad y el cariño hacia gente como Juanjo Montaner, en aquel momento jefe de prensa de la Afe, y Tito, ahora director deportivo del Levante y entonces de la asociación. Los visitó en enero de 2016, cuando estaban concentrados en Alfás del Pi. «Estaba débil, todavía me daban quimio y me invitaron. Gracias a ellos me fui para la India, me abrió muchísimas puertas. Encontrarme con Juanjo, con Tito, con ex compañeros y tocar el balón fue increíble», recuerda. Fue un viaje duro, pero mereció la pena. «Estaba todavía dándome quimio. Entre sesión y sesión me escapé un par de días para allá con un amigo. De Málaga a Alicante en coche y en las condiciones en que yo estaba, imagínate. Pero me hizo mucha ilusión. Desconecté con ellos un rato», recuerda.
Además, tuvo la ayuda de Jonás Gutiérrez en la recuperación. El argentino, que la temporada pasada jugaba en el Deportivo, había pasado por una situación similar cuando pertenecía al Newcastle. «Vino a Málaga, me hacía vídeos, me escribía para ver cómo estaba». A Javi le gustaría hacer con Yeray lo mismo que Jonás hizo con él. «Me gustaría ponerme en contacto con él. Seguramente él, como yo, tendría muchas dudas, de si le costará mucho volver a jugar y todo eso», dice. «Sé que le serviría de mucha ayuda para saber que tendrá momentos menos buenos, pero que saldrá», añade.
Él tardó diez meses en volver a jugar. Más tiempo del normal porque tuvo que someterse a una segunda operación para extirparle un teratoma, otro tumor que se había desarrollado en la misma zona. «En seis o siete meses, si todo va bien, yo creo que Yeray estará jugando», dice.
Javi ya lo ha superado, aunque sigue vigilado. Mañana tiene revisión, que ahora son cada cuatro meses. «Te dicen que estás bien y tienes cuatro meses de prórroga», bromea. Después serán cada seis meses y así hasta que pasen cinco años de la operación y pueda sentir que definitivamente el cáncer ha quedado atrás.
Después de pasar por la India, Islandia, Gibraltar, Indonesia y Polonia, Javi Fernández juega ahora en el Vélez. «Tenía ofertas de fuera, pero decidí por lo menos quedarme aquí un año para recuperar. Pero los problemas económicos le obligarán, probablemente, a salir de nuevo. «Tengo 28 años y mucho fútbol que dar», asegura. «Pero me parece a mí que me voy a tener que buscar la vida otra vez fuera».
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