Boxeo

Jero García: «No sé si escribo bien o mal, pero escribo desde las entrañas»

Jero García publica “El boxeo es vida, vive duro”, un libro en el que cuenta su deporte desde un punto de vista diferente. “Por primera vez lo hemos contado desde la esquina”

Jero García, en un combate
Jero García, en un combatelarazon

Jero García publica “El boxeo es vida, vive duro”, un libro en el que cuenta su deporte desde un punto de vista diferente. “Por primera vez lo hemos contado desde la esquina”

“Yo no sé si escribo bien o escribo mal, pero escribo desde las entrañas”, dice Jero García. Y lo último que le ha salido de dentro a este ex boxeador, coach de “Hermano Mayor” en televisión y escritor ocasional es “El boxeo es vida. Vive duro”, editado por Now Books, un libro escrito a cuatro manos con su esposa, Paula Llodrá y a muchas más voces. “Este libro es un combate de boxeo y lo hemos querido ver desde cinco puntos de vista incluso hablando de distinta manera. Mi evolución hace que yo hable distinto en las distintas épocas, porque yo hablaba así. Al final he escrito desde la catarsis. He vuelto a sufrir lo que he sufrido y he vuelto a esos momentos. Está escrito desde dentro”, dice.

Jero ofrece un punto de vista diferente del boxeo, el que le da haberse subido a un ring y convertirse después en preparador. “He leído casi todo lo que se ha escrito de boxeo, pero creo que esta vez hemos hablado de boxeo de una manera que nunca se había hecho, desde la esquina. Hay maravillas de Alcántara, de Aldecoa, de Garci, pero yo los combates los cuento desde la esquina, los estoy viendo cuando lo escribo”, explica desde La Escuela, “el pequeño planeta metido en un garaje”, como dice él, desde el que ha construido una familia para muchos de sus alumnos, y para él también, más allá de la que forma con Paula y sus gemelos recién nacidos.

“Para mí lo más duro ha sido la regresión. Cuento momentos duros en mi vida, en los que incluso ha estado la salud de determinadas personas en juego y eso ha sido durísimo”, afirma Jero, al que la escritura le ha servido como terapia. “Ha sido una catarsis”, reconoce. “Las cosas tienen que ir a peor para mejorar. Teníamos que tocar fondo. Pero lo importante de embarrarte es que te quede algo de barro, para que sepas que puedes volver a caer y que tengas herramientas para no volver a caer o para que sepas salir de otra manera, no con tanto sufrimiento”.