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José Ramón Lete: «En febrero estará aprobada la ley antidopaje»

El secretario de Estado para el deporte analiza, a los dos meses de tomar posesión, la situación con la que se ha encontrado. Tiene vocación de pacificador y se esfuerza en dialogar con todos

José Ramón Lete
José Ramón Letelarazon

El secretario de Estado para el deporte analiza, a los dos meses de tomar posesión, la situación con la que se ha encontrado. Tiene vocación de pacificador y se esfuerza en dialogar con todos.

Dos meses, que «han parecido un año», lleva José Ramón Lete (31-8-1947, San Sebastián) al frente del CSD. Se «bautizó» con el Clásico y con «días de mucho despacho». Presume de haberse sentado ya «con todo el mundo» y desea llevarse cuanto antes la primera alegría.

–¿Cuál es el principal problema del deporte español?

–No sé cuál sería el principal, pero uno fundamental es la financiación. No es tanto un problema sino una preocupación, como sucede en otros muchos sectores. Se han dado pasos importantes en los últimos años. Con las federaciones, por ejemplo, que son nuestro principal colaborador, han subido las ayudas de 2015 al año pasado un 23 por ciento. Estamos en la vía de la normalización para que la financiación deje de ser uno de los problemas, pero no sólo se trata de la aportación pública. Las federaciones también han notado la falta de fondos privados y los recursos propios han caído. Después de unos años en los que pudo haber faltado un control adecuado y riguroso, hay federaciones que han pasado situaciones difíciles y ahora se están recomponiendo. Otro problema es la falta de diálogo, tanto interno como externo, la falta de entendimiento y quizá unas normas no muy claras.

–¿Con qué desafío no le hubiese gustado encontrarse?

–Con el problema del dopaje. Es muy importante y nos afecta de manera directa porque no hemos sido capaces de trasponer el Código Mundial a la legislación interna y eso ha originado un desgaste importante a España como gobierno. Estamos en una situación complicada desde marzo de 2016. Hemos iniciado ya la tramitación de la norma que adapta el Código Mundial y ya remitimos a la Agencia Mundial Antidopaje a finales de año el nuevo texto para que diera el visto bueno, porque aquí vamos al dictado. Espero que a mediados de febrero se apruebe el decreto-ley. También me hubiera gustado encontrarme con unas relaciones normalizadas en el ámbito del deporte.

–El daño que ha hecho este retraso llevó a algunos a hablar de España como un paraíso para el dopaje...

–No me atrevería a decir tanto, pero es verdad que la imagen no se corresponde con la realidad. Nos tenemos que olvidar del pasado y ver lo que queremos: cumplir con el Código Mundial, que se levante la suspensión de los laboratorios y transmitir el convencimiento de tolerancia cero contra el dopaje. Seguirá habiendo casos, pero nos tenemos que dotar de instrumentos para controlar, perseguir y penalizar a los tramposos.

–¿Hay que modificar el programa ADO?

–No necesariamente. El problema del programa ADO es que en los últimos ciclos olímpicos han ido bajando las aportaciones, no tanto por el agotamiento del modelo como por la crisis económica. Si tuvimos 55 millones en el ciclo de Pekín, en Río han sido 35. Pero no es una cuestión de modelo, es una cuestión de ingresos. Sin discutir el modelo, habrá que hacer esfuerzos para atraer a empresas que quieran seguir o apostar por el éxito del deporte español.

–¿Se mejorará y aumentará la subvención en este ciclo?

–El ADO es un modelo público-privado que paga las becas a los deportistas, pero el CSD concede unas cuantías muy importantes a las federaciones, subvenciones anuales que garantizan que los deportistas compitan en las mejores condiciones. Y esas cuantías no sólo han aumentado en el último ciclo, sino que la voluntad es que se mantengan y aumenten. Mi compromiso es intentar que las cuantías de 2017 sean superiores a las de cualquier año no olímpico del ciclo anterior. Y si fueramos capaces de llegar a las aportaciones de un año olímpico sería un gran éxito.

–La situación con que se encontró a su llegada, ¿le obligó a ejercer de pacificador?

–No lo sé. Tengo que cumplir con las obligaciones de mi cargo, hacer cumplir la Ley y parece que en algún terreno hay que andar con pies de plomo. Yo me equivocaré y ya me he equivocado, pero hay medidas en las que hay que ir con mucho cuidado para no levantar susceptibilidades. Por eso decía lo de la normalidad, sabiendo que puede haber disparidad de criterios e intereses distintos. Pido un poco más de cooperación y colaboración a todos los implicados para que el deporte viva con pasión lo que se deriva del mundo del deporte, no de cuestiones aledañas. Hay que ser consciente de que no siempre se puede conseguir lo que uno quiere. Hay que, consensuar, ceder... Para poder ganar, a veces hay que ceder.

–En ese ceder incluye que la Federación de Fútbol haya aceptado el reglamento electoral...

–La elaboración del reglamento electoral es una competencia de la propia Federación ajustada a la normativa de la Orden Electoral en la que se pueden excepcionar algunos criterios como ya han hecho otras federaciones. En las conversaciones con la RFEF no sé si los convencí, pero sí llegamos a un acuerdo por el que tenían que someterse a la Orden Electoral solicitando la excepción de una cuestión que era pacífica en 2008 y 2012: la elección de deportistas no profesionales por circunscripción autonómica. Eso es lo que nos han solicitado y la Orden Electoral lo permite y también lo permitía en 2007. No es ninguna novedad. El fútbol ya elegió a sus deportistas no profesionales por circunscripción autonómica en 2008 y 2012. A partir de ahí, con el informe favorable del TAD, autorizo la excepción.

–Villar entonces proponía lo mismo que en 2008 y 2012...

–Exactamente lo mismo.

–¿Y por qué da la impresión de que algunos de los principales responsables de nuestro deporte estaban en guerra permanente?

–Había peculiaridades por las que eso era así. No creo que fuera algo general, era muy particular, pero muy mediático. Mi despacho y el Consejo están abiertos y hay una mesa de diálogo y cooperación permanente. Luego podremos estar de acuerdo o no. Mi relación con todo el mundo es cordial. Me he sentado con el COE, su presidente ha estado en el CSD, hemos desbloqueado el convenio que estaba sin firmar. Me he sentado con Villar y hemos desbloqueado el tema de las elecciones, me he sentado con Tebas para hablar de los problemas de la Liga y me he sentado con UEFA y FIFA... Es lo que debe ser lo normal. Hablar con todo el mundo y establecer un foro permanente de diálogo.

–Su reunión con Jorge Pérez, el que está llamado a ser rival de Villar. ¿Salió de él?

–Sí, sí. De momento no es candidato, si lo hubiera sido quizá hubiera tenido alguna prevención. Pero no hay que tener prevención. Yo entiendo que mis decisiones no van a gustar a todos. Yo estoy en el Consejo para oír a todo el mundo, y lo he hecho siempre así. En principio, si mi agenda me lo permite, recibo a todo el mundo que me solicita algo. Respeto todo, pero no puedo actuar en función de lo que le parezca a uno bien. Esto es lo que hay. Yo a Jorge Pérez le conozco desde hace mucho tiempo y me quería plantear algunas cuestiones... ¿por qué no le voy a recibir? Creo que eso es parte de lo que estoy diciendo: yo estoy abierto al diálogo, a cooperar y eso es lo que me guía.

–¿No le parece Tebas demasiado intervencionista?

–Creo que es un buen dirigente. Ha puesto a la Liga de fútbol donde antes nunca ha estado. Creo que gran parte de los éxitos del plan de saneamiento y de que los clubes paguen sus deudas y del reparto de los derechos de televisión ha sido gracias a la Liga y su presidente, sin olvidarnos de un montón de cuestiones que tienen que ver con la lucha contra la violencia, contra el amaño de partidos... Creo que está haciendo un trabajo extraordinario y hay que ponerlo en valor. Y de lo del intervencionismo, de momento el real decreto ley de la venta centralizada de los derechos está sin desarrollar, por tanto ya determinaremos en qué condiciones y cómo se hará el reparto y cómo se harán los controles. Creo que los los controles son buenos.

–¿En qué situación se encuentra la Federación de Baloncesto?

–No tenemos novedades. Es un tema judicializado y sigue su proceso, un proceso de instrucción que no es público. Me acabo de reunir con el presidente –Garbajosa– y el vicepresidente –Montero– y ellos han marcado una hoja de ruta que es la adecuada con un plan de viabilidad. La gestión económica fue deficitaria los dos últimos años y por tanto lo que hay que aprobar es un nuevo proceso desde el punto de vista económico-financiero.

–¿Y el caso de abusos sexuales en el que está implicado el ex entrenador de Peñalver?

–A Peñalver le tengo mucho aprecio y le mandé un mensaje para felicitarlo por su valentía. Tenemos que abordar alguna política de Estado en esta materia, y lo estamos haciendo. Me gustaría firmar un protocolo con UNICEF y estamos viendo de qué manera podemos colaborar y contribuir para que este tipo de cosas no vuelvan a ocurrir.

–¿Con qué éxito del deporte español sueña para este año?

–Pues de momento el más inmediato lo tenemos en París. Los «Hispanos», habiéndose quedado fuera de los últimos Juegos, se merecen algo importante. Me gustaría que Rafa (Nadal) volviera a ser el que ha sido y que supere sus problemas de lesiones. Podría decir muchos más.

–El deporte ha sido uno de los grandes avales de la Marca España, pero hay una generación que está en su cuenta atrás...

–Creo que hay recambio. En el caso del baloncesto tenemos una generación irrepetible que acabará, pero nunca antes se habían tenido tantos éxitos en las categorías inferiores... Sinceramente creo que hay recambio porque se está trabajando bien, pero hay figuras que son irrepetibles.

–¿Debe entrar Madrid en la pelea por los Juegos de 2028?

–No seré quien cometa la indiscreción de decirle a quien le compete lo que tiene que hacer, pero sí creo que Madrid ha estado siempre preparada. Tiene capacidad desde todos los puntos de vista. España ya lo demostró en Barcelona y lo podría demostrar en Madrid.

–¿Ministerio de Deportes?

–Ahora sería desmedido. Tal y como está actualmente no me disgusta.

–Si Rajoy fuera deportista...

–Sería un corredor de fondo.