Fútbol
Joselu, el héroe en el que nadie creía para sustituir a Benzema
El delantero del Real Madrid apareció al final para meter dos goles en dos minutos y meter a su equipo en la final de la Champions. Muchos dudaban, pero ya es histórico con su doblete
El madridismo se llevó las manos a la cabeza cuando vio cómo Benzema decidía dejar acabar su etapa en Madrid y marcharse a la liga de Arabia. Era el goleador blanco, el hombre clave en ataque y entonces había que sustituirlo con un gigante de su talla. Ancelotti pidió un «9» y el club le dijo que sí, que venía Joselu cedido desde el Espanyol. Y Carletto dijo que, vale, que le servía para cambiar la forma de atacar cuando no funcionase el plan A. Y eso pasó ante el Bayern, que el Real Madrid no encontraba el gol porque Neuer las paraba todas. Y entró Joselu, como casi siempre, porque ha participado en 46 partidos este curso, el tercero que más choques ha disputado solo por detrás de Valverde y Rodrygo. Porque Joselu es un recurso y ha tenido sus minutos cuando hacía falta. Y frente a los alemanes era necesario.
O así lo pensó Ancelotti, que volvió a usar esa fórmula mágica que le permite acertar con los cambios aunque parezcan extraños. Metió todo lo que tenía en ataque y en dos minutos Joselu se convirtió en un mito del madridismo. Del 88 al 90 cazó dos balones dentro del área, justo lo que se le pide y para lo que llegó a Chamartín. La única que se le escapó a Neuer la metió con la puntera y después, en la asistencia de Rüdiger, metió la espinilla para mandar la pelota a la red de ese Neuer que parecía imbatible. El olfato de delantero que le permite ir a la selección y estar en el Madrid lo mostró en el momento crítico. En esa zona del cronómetro en la que el Bernabéu se convierte en algo mágico.
Joselu llegó con su doblete a los 16 goles esta temporada: 9 en Liga, 2 en Copa del Rey y 5 en Liga de Campeones, aunque los dos últimos valen por muchos. Su doblete desató la fiesta en el Bernabéu, con los jugadores celebrando con el fondo sur cuando se terminó el partido, y Vinicius llevando los cánticos con un micrófono. Y todos ya vestidos con una camiseta en la que se leía: «A por la 15ª». Será el 1 de junio en Londres ante el Borussia Dortmund, al que nadie esperaba en la final, un poco como el Real Madrid, al que casi todos veían eliminado por el City en los cuartos de final.
«Lo veíamos muy cerca, pero por eso es el Real Madrid», decía De Ligt, el central del Bayern, resignado ante otro ejercicio de fe del Real Madrid. Llegan los blancos al partido por el título sin perder en toda esta edición de la Champions, con una victoria que llegó después de cuatro empates consecutivos: uno con el Leipzig en la vuelta de octavos, los dos del City en cuartos y la ida de semifinales contra los muniqueses. Tenían que ganar para ir a Londres y Joselu lo sabía.
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