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Tokio 2020

Adiaratou Iglesias e Iván Cano, platas en 400 metros y longitud T13

La española ya había ganado el oro en los 100 metros

La española Adiaratou Iglesias (i) durante su participación en los 400 metros de la clase T13 de discapacitados visuales
La española Adiaratou Iglesias (i) durante su participación en los 400 metros de la clase T13 de discapacitados visualesCPE/Mikael HelsingCPE/EFE

Adiaratou Iglesias e Iván Cano permitieron este sábado que España volviese a la senda de las medallas con la conquista de dos platas en el atletismo de los Juegos Paralímpicos de Tokio, en los 400 metros y en el salto de longitud de la clase T13 (discapacidad visual), permitiendo a la delegación nacional alcanzar los 35 metales en la cita.

El viernes no había sido positivo en forma de preseas para el equipo español, pero el sábado pudo recuperar esa sonrisa especial que da el subir al podio, a través de un deporte que está brillando en la cita de la capital japonesa y que ya acumula nueve medallas a la espera de los maratones del domingo.

En esta ocasión, las alegrías vinieron por medio de Adiaratou Iglesias, que se convirtió en la primera atleta del equipo en tener dos metales, e Iván Cano, que confirmaron las candidaturas con las que llegaban en sus respectivas pruebas.

La atleta nacida en Mali afrontaba la final de los 400 metros T13 con la segunda mejor marca de las finalistas y con la 'tranquilidad' de no haber fallado en los 100 metros, donde era la favorita. Velocista pura, a Iglesias le costó algo más esta segunda prueba, pero siempre estuvo posicionada para subir al podio.

Iglesias, de 22 años, se repuso de una mala salida y demostró tener en sus piernas unos potentes 300 metros que le permitieron remontar y llegar a la recta final en disposición de pelearle el oro a la azerbaiyana Lamila Valiyeva, a la que batió por escaso margen en el hectómetro.

Sin embargo, como ella misma reconoció posteriormente, la española aún no controla excesivamente bien los esfuerzos que requiere el 400 y el ácido láctico le impidió tener un golpe más para inquietar a su rival, que se impuso con nuevo récord paralímpico, 55.00, por los 55.53 de Iglesias, que pese a todo logró nueva mejor marca personal.

La otra buena noticia en el Estadio Paralímpico llegó por parte del saltador alicantino Iván Cano, otro de los debutantes en estos Juegos, y que llegaba a la capital japonesa con la tercera mejor marca en la longitud de la clase T13.

El español, además, había sido bronce en el Mundial de 2019 y plata en el Europeo de hace unos meses, éxitos que apuntalaban su candidatura en un concurso con mucho nivel. Pero, emulando lo realizado por Miriam Martínez en el peso y Héctor Cabrera en la jabalina, su primer intento le allanó el camino.

Cano, de 26 años, se fue por encima de los siete metros, con unos 7,04 que le permitían igualar su mejor marca personal y que le valieron para hacerse con la plata porque el oro estuvo muy caro por el brinco de 7,38 del azerbaiyano Orkhan Aslanov, sorpresa porque su mejor salto era de 6,83. El alicantino, que se dañó un poco el tobillo en el quinto intento, ya no pudo superar su marca, pero tampoco vio inquietada su posición porque nadie más saltó más allá de los siete metros.

Finalmente, la jornada en el atletismo lo completó la gallega Desirée Vila, que no pudo clasificarse para la final de los 100 metros de la clase T63 (discapacidad física). La de Vigo, en su debut en los Juegos, firmó un crono de 16.84, mejorando en cinco centésimas su mejor marca personal.