Tenis

La "leona"Bolsova, la gran sensación española en Roland Garros, ya está en octavos

Venció a Alexandrova por 6-2 y 7-5. Es la primera vez que compite en un Grand Slam

Aliona Bolsova, en su partido contra Alexandrova
Aliona Bolsova, en su partido contra Alexandrovalarazon

La española Aliona Bolsova consiguió su clasificación para octavos de final de Roland Garros en su primera participación en un Grand Slam, tras derrotar a la rusa Ekaterina Alexandrova por 6-2 y 7-5 en 1 hora y 24 minutos, un triunfo que le propulsa al "top 100". Un torrente de tenis de la española ante una cañonera que cerró el duelo con una doble falta, lo que provocó una explosión de alegría en la ganadora, que se revolcó por la tierra batida de la pista 6.

Sorprendente trayectoria de la joven tenista de 21 años, de origen moldavo y 137 del ránking, que se clasificó para el cuadro final a través de la fase previa, por lo que encadena ya seis triunfos en la tierra batida de París. Su siguiente rival saldrá del duelo entre la estadounidense Amanda Anisimova, 51 del ránking, y la rumana Irina-Camelia Begu, 116.

Con su triunfo ante Alexandrova, la rusa de mejor ránking que quedaba en el cuadro, Bolsova ha vencido ya a tres jugadoras de entre las 100 mejores del mudo, una gesta para una tenista de su trayectoria.

En su parte del cuadro, las principales favoritas han ido siendo eliminadas o se han retirado, lo que ha puesto a su alcance a rivales más asequibles. Bolsova se une a Garbiñe Muguruza, que se clasificó para los octavos la víspera, al igual que Rafael Nadal.

Apodada la "leona", por el tatuaje que luce en su brazo izquierdo y porque rima con su nombre de pila, Bolsova se ha revelado en este torneo. Hija de dos exatletas molvados trasladados a la Costa Brava en su niñez, Bolsova aparcó su carrera tenística para proseguir sus estudios de geografía e historia en Florida.

Pero a principios de temporada volvió a dedicarse profesionalmente al tenis, cuando los resultados obtenidos en torneos menores le acompañaron. El secreto pasa, en parte, por la ayuda de una psicóloga que, a base de técnicas de respiración y visualización, le enseñó a controlar sus emociones dentro y fuera de la pista. Un éxito del que ha ido dejando muestras en este Roland Garros, contra rivales superiores, anteponiéndose a situaciones adversas que ha sabido dominar.