El triunfo obligado y sosote en El Molinón ante la «cenicienta» Islas Feroe nos dejó anoche la enorme carga emocional de los homenajes al gran «Brujo» Quini y a la fallecida hija de Luis Enrique. Pero más allá de los sinceros sentimientos, en lo estrictamente futbolístico hubo un protagonista que ha vuelto a serlo dentro del campo y no como en las últimas semanas con las idas y venidas de su frustrado traspaso del Valencia al Atlético de Madrid. Porque también fue la noche de Rodrigo, que marcó dos goles, que volvió a demostrar que hay delantero para la selección y que volverá a ser decisivo en el equipo valencianista.

Doblete ganador. Robert Moreno puso a Rodrigo de único punta hasta la salida de Paco Alcácer y el delantero se movió con criterio en el área y en esos demarques a un lado y a otro tan suyos. Hizo los dos primeros goles en un partido que no fue brillante de España y el del Borussia Dortmund confirmó que también está en racha con otros dos tantos. Hasta De Gea al fin se soltó en un muy buen mano a mano con un rival. Pero es bueno que el seleccionador tenga en Rodrigo uno de sus referentes en ataque.

La «receta Robert». El otro gran protagonista de la semana de selección ha sido el propio Robert Moreno. Es cierto que su bagaje profesional en el banquillo ha sido siempre a la sombra de Luis Enrique (Roma, Celta y Barcelona), pero hablamos de un «chico» suficientemente preparado dentro y fuera del campo. Hace unos años escribió un libro titulado «Mi receta del 4-4-2», que prologó el propio Luis Enrique, y todo lo que ha hecho hasta ahora ocupando el cargo de seleccionador ha parecido inteligente incluso en sus conferencias de prensa. Y tiene la bendición del vestuario que ha visto algo especial en él y que intuye que su receta puede funcionar. ¡Suerte!