Real Madrid: La predicción de Ancelotti

Zidane ya ha ganado la Champions como jugador y como segundo entrenador. Ese día, Carlo le dijo que lo viviría como primero

«Es diferente», dijo ayer Zidane cuando le preguntaron si variaban mucho sus sensaciones de cuando llegó a la final de la Champions como jugador. Entonces no tenía más responsabilidad que salir al campo y jugar; ahora, con el mismo físico y el mismo carisma, tiene todo a su cargo. De él depende que la temporada del Madrid sea un éxito o acabe sin un título. «Pero eso no será un fracaso. Nadie nos va a quitar lo que hemos hecho hasta ahora. El fracaso está en la actitud, en no dar todo lo que tenemos. Pero lo que te puedo decir es que estamos muy preparados», continuó el entrenador francés, que se enfrenta a su gran prueba a los cinco meses de hacerse cargo de la primera plantilla. Era un mito como futbolista, pero un novato como entrenador en la élite. Si hoy gana, dejará de ser el nuevo, para convertirse en un ganador.

En los días decisivos de la temporada lo que ha aportado el entrenador francés ha sido calma. Es lo que le da la experiencia que tiene a su espalda. Ayer la palabra que más repitió fue trabajo: «Hemos trabajado mucho para llegar a la final, es merecido y se puede decir lo mismo del Atlético. Somos dos equipos que se lo merecen. Estoy muy contento del trabajo que hemos hecho», insistió el entrenador. Es el trabajo y también es el sufrimiento, otra idea que estuvo presente durante toda la conferencia de prensa: «Porque hemos sufrido mucho, pero sin sufrimiento no se puede llegar a la final. Y si queremos ganar, hay que sufrir». Y como consecuencia, y aunque suene paradójico, sentirse contento con el trabajo que se lleva a cabo. «Lo que hicieron los jugadores fue fenomenal en todo», reconoció.

Ha sido con ellos, ha sido cuando les ha convencido, cuando el Madrid encontró el rumbo adecuado. Era un equipo que no sabía lo que quería y Zidane les convenció de que había que unirse, «defender cuando no se tiene el balón» y no dejar de correr nunca. «La idea de este club siempre es la misma, es su gran historia. Es la unidad, el esfuerzo, el compañerismo, meter lo que tenemos dentro, todos, cada partido. Queremos dar el máximo».

Zidane pedía sacrificio y trabajo, pero pedía también disfrutar porque no se sabe cuántas veces se va a disputar un encuentro como el de esta noche en Milán. Para él es el tercero y desde una perspectiva diferente por tercera vez: «Lo he vivido de jugador y como entrenador no tiene nada que ver. Carlo me decía, antes de Lisboa: ‘‘Ojalá un día lo vivas como primer entrenador’’ y aquí estamos». Con el entrenador italiano hizo un máster en dirección de equipos y parte de sus enseñanzas las ha puesto en práctica los días que lleva en el banquillo: dio toda la importancia a los jugadores, les dio, además, la palabra y la responsabilidad en la toma de decisiones, creó puentes en vez de dinamitarlos y estos días les ha convencido de que es una oportunidad y como tal hay que vivirla: «Ahora estoy estresado porque tengo que contestar a las preguntas y hay mucha gente y hace calor. Antes del partido voy a estar más tenso, pero como siempre, que eso es parte del trabajo de un entrenador y me gusta vivir bajo esa presión», explicó Zizou, con todo bajo control.