"Caso Rubiales"
Laia Codina respalda a Jenni Hermoso sobre las presiones de Rubiales
La futbolista internacional
La futbolista Laia Codina ha respaldado en su declaración como testigo en el "caso Rubiales" a su compañera de selección Jenni Hermoso en relación a las supuestas presiones por parte del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y su entorno para que cerrara filas con su versión de que el polémico beso tras la final del Mundial en Sídney (Australia) el pasado 20 de agosto fue consentido.
Según fuentes jurídica, la testigo ha corroborado al magistrado Francisco de Jorge que esas presiones existieron y que el beso de Rubiales a la futbolista internacional en la entrega de medallas no fue de mutuo acuerdo.
Codina ha declarado por videoconferencia desde los juzgados de Pontevedra, donde la selección femenina de fútbol está concentrada para su partido contra Italia. La futbolista del Arsenal estaba citada para testificar el pasado 16 de noviembre, pero problemas con su citación impidieron que la declaración se produjese en esa fecha.
La jugadora internacional coincide así también con la versión de los hechos que dieron sus compañeras Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez, que coincidieron en que esas presiones -que se habrían producido tanto en el avión de regreso a España como en la estancia en Ibiza de las campeonas- existieron. Las tres internacionales explicaron que el entonces presidente de la Federación le pidió "por sus hijas" a la futbolista del Pachuca que grabase un vídeo junto a él quitando hierro a lo sucedido y dejando claro que no fue forzada a dar ese beso. En sus comparecencias involucraron tanto al entonces seleccionador Jorge Vilda y al responsable de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, en los intentos de convencer a Hermoso para que ratificara las palabras de Rubiales.
Además de Rubiales, imputado por agresión sexual y coacciones, están investigados solo por este último delito Jorge Vilda (señalado por el hermano de Jenni Hermoso por una conversación en el avión en la que supuestamente le habría presionado para que intentara que su hermana respaldara públicamente a Rubiales), el director de la selección masculina, Albert Luque, y Rubén Rivera.
Vilda explicó al juez De Jorge que solo habló con Rafael Hermoso para "bajar el suflé", pero en ningún caso para presionarle. Un testigo de la conversación, no obstante, dijo al magistrado que el entonces seleccionador advirtió al hermano de Jenni de las posibles consecuencias "profesionales y personales" para la jugadora si no quitaba hierro al asunto, ante la dimensión mediática que estaba adquiriendo la polémica.
Rivera, por su parte, limitó su papel en Ibiza a la de mero "correveidile" de la Federación y aportó los mensajes cruzados con algunas jugadoras felicitándole por su trabajo en la isla para intentar demostrar que en ningún momento intentó forzar a Hermoso a que cambiara su versión.
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