Fútbol

Las "Leonas del Atlas", un fenómeno social en Marruecos

La selección marroquí se despidió del Mundial al caer en octavos ante Francia. Su impacto en el país ha sido tan generalizado como el del equipo masculino

Nouhaila Benzina después de la eliminación ante Francia
Nouhaila Benzina después de la eliminación ante FranciaASSOCIATED PRESSAgencia AP

Con la derrota sufrida ante Francia en Adelaida (4-0), la selección marroquí puso dignamente punto y final a su primera participación en un Mundial femenino al caer en los octavos de final. Mucho antes de que comenzara a rodar el balón en los estadios de Australia y Nueva Zelanda, las «Leonas del Atlas» se habían convertido ya en un fenómeno social en Marruecos, un país en que las mujeres siguen sufriendo prácticas y leyes discriminatorias pero donde existe un vibrante movimiento feminista. «Las ‘‘Leonas del Atlas’’ caen con la cabeza bien alta», titulaba ayer «Le360», uno de los digitales más consultados de Marruecos.

Su ascendente desempeño en los terrenos de juego en los últimos años ha hecho de las jugadoras del combinado marroquí un referente para una sociedad necesitada de ellos, especialmente para niñas y jóvenes. Las «Leonas del Atlas» desataron ya pasiones el verano pasado en Rabat al disputar la final de la Copa de África, en la que fueron derrotadas por el combinado sudafricano por 2-1 en Rabat. Marcando el camino a sus colegas de la selección masculina, que lograron alcanzar en Qatar las semifinales del Mundial. El combinado femenino también logró reunir a familias enteras ante las pantallas tanto en cafés como en los salones de las casas.

Gracias a su buen resultado en el último campeonato continental, las marroquíes se ganaron el pase para la cita en Australia y Nueva Zelanda, donde han sido el único combinado del mundo árabe y uno de los cuatro representantes del continente africano. Una doble condición que han llevado con orgullo y haciendo gala de la misma humildad y valores familiares con los que sus pares masculinos se ganaron la simpatía del orbe futbolero en Qatar.

Además de por el logro de haber superado la fase de grupos, al derrotar a las surcoreanas y las colombianas, las «Leonas del Atlas» han sido noticia por otro hito: la defensora del AS FAR de Rabat Nouhaila Benzina fue la primera jugadora en disputar un Mundial con hiyab o velo islámico.

A pesar del meritorio desempeño de las magrebíes –que cayeron ante uno de los combinados favoritos, el francés, como le ocurrió en Qatar al masculino- y de las otras dos selecciones africanas en pasar de la fase de grupos, Sudáfrica y Nigeria, la brecha futbolística entre los equipos continentales y los mejores del mundo es aún importante.

Nadie duda de que los éxitos de las «Leonas» serán el pistoletazo de salida para que miles de niñas comiencen a practicar el deporte rey por todo el país, tanto en las modernas instalaciones de fútbol base promovidas por sus autoridades –como las patrocinadas por el propio Mohamed VI– como en los descampados y plazas de las ciudades y pueblos marroquíes. La Copa del Mundo de 2027, a la que opta Sudáfrica como sede, es el próximo desafío.