Los méritos de Cristiano

A partir de las 18:00 horas de hoy empieza la final del primer trofeo de la temporada. El madridista Cristiano Ronaldo compite contra Franck Ribéry y Messi por conquistar el Balón de Oro de 2013. Los espectaculares datos con los que el portugués cerró el año frente a los títulos del futbolista francés del Bayern Múnich y la historia de Messi, quizá el que menos posibilidades tiene de los tres para llevárselo, después de un año en el que no ha podido escapar de las lesiones.

Sería una sorpresa mayúscula que el jugador del Barcelona se apuntase este año el premio, cuando ha rendido por debajo de su nivel. No sería tanta que lo consiguiese Ribéry, pero todas las casas de apuestas apuntan a la estrella madridista como principal favorito. Antes del verano, antes de que empezase la nueva temporada, Ribéry era por quien apostaban casi todos. Ha ganado más títulos porque el Bayern ha completado un año triunfal, primero de la mano de Heynckes, con un triplete de Liga, Copa y «Champions», y después de la de Guardiola. Este curso, el líder de los muniqueses tiene en el bolsillo el Mundialito de Clubes.

Si el Balón de Oro premiase al fútbol colectivo, el Bayern ha sido el mejor equipo sin lugar a dudas, pero no resulta fácil adivinar las razones por las que cada año se elige al vencedor. El año en que lo recibió Cannavaro se tuvo en cuenta la Copa del Mundo ganada por Italia, pero en la edición de 2010 Iniesta y Xavi se quedaron con las ganas a pesar de haber sido claves en el título de España en Johannesburgo.

Las últimas cuatro votaciones se las ha apuntado Leo Messi, sin importar si hubo muchos títulos o pocos en las vitrinas del Barcelona o la selección argentina. Si lo que cuenta entonces es la actuación individual, todas las opciones apuntan directamente a Ronaldo para hoy. Antes del verano, no era tan grande la diferencia del portugués con sus competidores, pero en el último tercio de 2013 no hay color. Cuando comenzó la temporada 2013-14, todo cambió. El portugués, que ya llevaba un año bueno, completó unos últimos meses asombrosos. Quizá en el mejor estado de forma de su vida, fue un futbolista pletórico, que no hacía más que marcar tantos decisivos. Bale, su nuevo compañero en el Real Madrid, ha reconocido su asombro ante la calidad de su compañero. Parecía que Ronaldo iba a marcar dos o tres tantos por partido. Y cuando llegó la hora de la verdad, el duelo de la repesca entre Portugal y Suecia, cuando las dos selecciones se disputaban un puesto en el Mundial de este verano, Ronaldo fue espectacular, infalible. Enfrente, otro futbolista de talla mundial como Ibrahimovic vio cómo sus dos tantos quedaban en nada. No valían ante los cuatro que hizo el portugués en la eliminatoria. Hasta Zlatan alabó la contundente actuación de su rival.

Ese día Ronaldo confirmó ante el mundo lo que en España se podía ver en la Liga y lo que Europa observaba en los partidos de Liga de Campeones: que no había en el planeta un futbolista tan decisivo. Para ganar un encuentro, contar en tu equipo con Cristiano Ronaldo resultaba fundamental. Con Messi lesionado, las dudas se fueron despejando. Entonces llegó el famoso episodio de Blatter imitando a Cristiano y considerándole una especie de comandante sobre el césped. Dijo que prefería a Leo el presidente de la FIFA, que, además de pedirle perdón, le hizo un pequeño favor: alargar el proceso de votación unos días más cuando «CR7» estaba en pleno proceso de ebullición. Si alguno no lo había votado, en ese momento no tuvo muchas dudas, lo que significaba un empujón más para el madridista hacia el Balón de Oro.

A algunos les cansa el debate sobre un premio que da demasiados bandazos a la hora de medir los méritos y para otros, si quiere recuperar algo del prestigio que ha podido perder no puede hacer otra cosa que caer en las manos de Ronaldo en esta ocasión.

Cristiano ha confirmado su presencia, lo mismo que Messi y Ribéry. También estará Neymar, que opta al mejor gol del año, con uno que marcó con la Selección brasileña. Junto a Ronaldo estarán Zidane, Sergio Ramos y Emilio Butragueño, director blanco de relaciones institucionales. No está confirmada la presencia de Florentino Pérez, que quiere estar junto a su estrella.