Real Madrid
Marcelo desata al Madrid
El brasileño recuperó su mejor versión en el Camp Nou. Fue el más clarividente cuando su equipo sufría y el más desequilibrante después para llevar a los blancos a la remontada final
El brasileño recuperó su mejor versión en el Camp Nou. Fue el más clarividente cuando su equipo sufría y el más desequilibrante después para llevar a los blancos a la remontada final
«Yo soy defensa», decía Marcelo nada más ganar en el Camp Nou. Una afirmación difícil de sostener viendo al brasileño sobre el campo. «Si tengo oportunidades voy arriba, es mi juego, me resulta difícil quedarme atrás», admitía el lateral, explicando así mucho mejor lo que significa para este Real Madrid. El equipo respira en ataque por su banda y se siente feliz cuando uno de sus capitanes puede aparecer por sorpresa en el área enemiga. En los momentos de dominio azulgrana, el Madrid se sentía aliviado cuando la pelota la sacaba el brasileño, y fue el protagonista de la remontada cuando el Barça empezó a deshacerse.
Condujo el balón con toda la clase del mundo y lo pisó con calidad en la frontal del área en el tanto del empate. Después, como los buenos de verdad, levantó la cabeza y vio a Kroos desmarcado en la derecha. El resto fue el centro del alemán y la media chilena de Benzema que equilibraba el gol inicial de Piqué. Tembló el líder después sin el trabajo de Rakitic en el medio y, liberado del trabajo defensivo que hace el croata, Marcelo vio una autopista donde antes sólo había una carretera secundaria. Se lanzó entonces a hacer lo que le pide el cuerpo, lo que lleva en su ADN, que es atacar y desequilibrar al rival. Con Jesé ya en el campo, explotó el Madrid el contragolpe guiado por la melena alborotada del brasileño, más determinante cerca de Bravo que de Keylor Navas. Con Marcelo liberado llegó la sentencia en los minutos en los que el Madrid pudo, de verdad, sentirse cómodo en el Camp Nou.
Es la samba del Madrid y el ingrediente ideal para activar a los tres delanteros. Se atreve más que otros y tiene tanta calidad que es influyente en un territorio que no le corresponde si se mira a su DNI. «Es difícil jugar contra el Barça, si no tienes el balón tienes que pelear y sufrir. Teníamos una deuda con nuestra gente», admitía el que siempre es la sonrisa del Madrid, incluso en las derrotas, y protagonista ayer de una victoria importante para la moral y todo lo que viene.
Zidane quiere que el Madrid disfrute por las bandas y mientras que en la derecha tiene dudas o alterna entre Carvajal y Danilo, la izquierda es para Marcelo, el único que no tiene un sustituto natural en la plantilla. Con Benítez lo jugó todo hasta que se rompió y tras el cambio de técnico todo sigue igual. Es indiscutible y más en noches en las que baila en un escenario en contra. Ha tenido problemas físicos que le han apartado de la convocatoria de la selección brasileña, lo que ha aprovechado Zizou para recuperarlo en Valdebebas.
Ha tenido un rendimiento irregular este curso, pero en el Camp Nou apareció en su mejor versión. De los pocos clarividentes cuando al Madrid le tocaba aguantar en su campo y correr tras la pelota, que era del Barcelona. Y chispeante cuando la balanza cambió de lado y los blancos encontraron los caminos hasta Bravo. «Con lo que tenemos en la parte de arriba, es más fácil. Desde Keylor Navas hasta Cristiano Ronaldo hemos trabajado todos y demostrado que podemos competir con estos equipos», cerraba Marcelo, que desató al Madrid y le lanzó hasta la victoria.
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