Entrevista

Mario Hezonja: «La NBA es diversión, aquí la gente va más en serio»

El alero del Real Madrid asegura que está en el «club más organizado del mundo» y que lo mejor que le pasó «en América fueron los veranos de entrenamiento». Será clave en la Copa del Rey que arrancan los blancos ante el Valencia

Mario Hezonja realiza un mate en un partido de la Liga Endesa ante el Lenovo Tenerife
Mario Hezonja realiza un mate en un partido de la Liga Endesa ante el Lenovo Tenerife VICTOR CARRETEROREALMADRID.COM

Pocos jugadores se confiesan unos «enfermos y obsesionados» por el baloncesto como lo hace Mario Hezonja (25-2-1995, Dubrovnik) en un perfecto castellano. Da igual intentar abordar otro tema. Su escaso tiempo libre, Madrid, la ciudad en la que nació, su vida en pareja... «Vivo en el centro y no me gusta hacer cosas aparte de baloncesto. Sólo entrenar y partidos. Estoy demasiado enfermo y obsesionado con el juego. En casa duermo, me levanto muy pronto y me voy a entrenar. En mi tiempo libre sigo pensando en baloncesto y no gastó tiempo en el on line», asegura. Quizá sea la fórmula para haber jugado 335 partidos en la NBA, en el Barça, en la selección croata o ahora en el Madrid.

¿Con los referentes que ha habido en su país ha tenido algún ídolo?

No llegué a ver a gente como Petrovic o Kukoc y ahora no tengo tiempo para verlos, pero son dos de los más grandes en la historia del baloncesto croata. También Radja. Toni y Dino estuvieron con nosotros ayudando en la selección. Son dos tíos que te pueden dar muchísima información y que te pueden ayudar muchísimo.

¿Cuánto tiempo tardó en aprender a hablar castellano?

Llegué a Barcelona en agosto de 2013 y en unos 2-3 meses empecé con las primeras frases porque todos en el vestuario me ayudaban. Las primeras palabras ya sabes... fueron en entrenamiento (risas). En esa primera temporada ya podía hablar de todo sobre baloncesto y ya el año siguiente aprendí cosas de fuera de la cancha. Nada de clases particulares.

¿A su compañero Musa parece que le cuesta más?

Estamos haciendo que aprenda, va bastante bien. En esta temporada ya entiende más o menos todo. Le cuesta un poquito para hablar, pero con un año más seguro que habla bien.

Empezó a jugar en el KK Dubrovnik, ¿practicó antes otros deportes?

Mi padre siempre me llevaba a una cancha donde jugaba con sus amigos y siempre estaba con un balón. En la escuela competía en todas las ligas en balonmano, en fútbol de delantero porque marcaba muchos goles, en verano en waterpolo, pero llegó un momento que tenía que escoger uno porque eran demasiados. Y con 14 años me fui a Zagreb con mi familia.

Después de tres años en Zagreb, ¿hubo más clubes aparte del Barcelona que le tanteasen?

Creo que sí. Hubo clubes de muchos países, había de todo.

Había sido campeón de Europa sub’16 con Croacia, siendo el MVP del torneo...

Era el mejor de mi categoría, pero no estaba hecho ni era completo.

Y con 20 años salió elegido como número 5 del draft. Una posición que sólo ocho europeos han mejorado, ¿recuerda el momento?

No me daba cuenta mucho de todo aquello. Estaba concentrado en finalizar la temporada con el Barcelona y ganar la Liga. El día del draft estaba en Barcelona y a esa hora estaba dormido.

Cinco temporadas en la NBA –Magic, Knicks y Portland–, ¿con qué se queda de aquello?

Hice grandes partidos, pero lo mejor de esos cinco años eran los veranos allí. Me ponía a entrenar, a mejorar y poner mi juego a otro nivel. Lo mejor que me ha pasado en América fueron mis veranos de entrenamientos allí.

No todos lo dedican a eso...

Es importantísimo. Ahora lo que estáis viendo de mi viene de ese tiempo de trabajo y entrega.

¿Qué jugador le impresionó más en aquella etapa?

Damian Lillard (base de los Blazers). Además de ser un buen jugador es una persona grandísima, con gran carácter, con personalidad, con mentalidad que cuida a sus compañeros, cuida al club, cuida a la gente que trabaja por el club, no se queja de nada, es un líder, tiene de todo... es uno de los muy pocos que he visto que cuando le decías que querías hablar, él también quería.

¿Hay algún Damian Lillard en el Madrid?

(Risas) Sergi y Rudy son los Damian Lillard del Madrid. Pero es muy diferente en Europa. En Europa los jugadores más veteranos se portan así porque nuestra escuela de baloncesto es así. Aquí se cuida a los compañeros, Sergi, Rudy, Adam, Fabian, Sergio... todos tienen esas características y eso es lo que les hace grandes. Y eso a los jóvenes como Dzanan Musa o yo nos ayuda a aprender, a ser mejor equipo y a ganar títulos. Rudy es un competidor grande, de altísimo nivel, una de las mejores razones por las que el Madrid es el Madrid de hoy.

"Después de la NBA pensé en la retirada"

Acabada su etapa en la NBA estuvo un par de meses sin equipo, ¿cómo afrontó esa situación?

No quería jugar más baloncesto. Estaba planteando retirarme, no quería seguir más así porque se estaba escapando el amor por el baloncesto por razones que no tenían nada que ver con el juego. Me paro después de la burbuja de Orlando, dediqué un tiempo a mí mismo y luego llegó la oferta de Panathinaikos.

Hay jugadores NBA como Antetokounmpo que dicen que es más fácil juga allí que aquí...

Es que ésa es la verdad. Es muy diferente. Allí es a meter puntos, a correr, la cancha es más grande, es un «entertainment», diversión, pero aquí para la gente cada minuto de partido es importante. Aquí se va muy en serio. Las canchas en Europa son una locura.

Con la experiencia que tiene, ¿qué impresión se llevó en su llegada al Madrid?

Es el club más organizado de todo el mundo, más que la NBA casi seguro. Allí también hay organizaciones de altísimo nivel, pero esos se pueden comparar perfectamente con lo que tenemos aquí. Lo de aquí es de otro mundo. Y los compañeros pueden hacer grandes cosas, son jugadores del altísimo nivel.

En los últimos partidos ha ofrecido un nivel notable, ¿cree que su rol en el equipo ya se ha definido?

En el inicio de temporada hubo diferentes situaciones, pero es que también era difícil para el staff. Ellos llevan muchos años, pero no quería poner presión a nadie ni a Chus ni a cuerpo técnico. Traté de adaptarme lo más fácil posible. Entraba desde el banquillo. Era un equipo nuevo, con nuevos jugadores y nunca es fácil empezar una temporada así. Pero gracias a Chus, a Rudy y los veteranos se ha hecho todo más fácil.

¿En qué es mejor jugador que el que regresó de la NBA?

Ahí empecé a ser el de hoy. Soy mucho más maduro, más completo, ayudo mucho más a mis compañeros, sé ganar partidos y ahora me falta ganar títulos. Quiero ser un tipo de jugador capaz de hacer de todo en una pista. He cambiado varias posiciones. Puedo jugar dentro, jugar fuera... ahora me gusta más jugar fuera, pero me adapto a lo que sea.

¿En la Copa, es mejor cruzarse con el Barça en semifinales que en la final?

No importa cuando sea el partido del Barça. Importa el partido con el Valencia.

Cuentan que usted es de los primeros en llegar a los entrenamientos y de los últimos en irse...

(Risas) Puede ser. Siempre después del entrenamiento estoy tirando, también antes cuando hay tiempo, tiro mucho y también hago técnica individual.

También hay apuestas con Musa, ¿no?

Sí, hacer cosas de competición es mejor que hacerlas relajadas. Se parece más a lo que pasa en los partidos. Meter diez seguidas o algo así. La competición es positiva y te puedes jugar una cena. Nos llevamos muy bien.