Márquez ya está aquí

Hizo la «pole» en mojado y se ve con opciones en seco. El duelo con Maverick, más cerca.

Por unas cosas o por otras, el duelo que todos los aficionados están deseando ver se hace esperar. Va a haber muchas oportunidades en los próximos diez años, pero hay muchas ganas de que la rivalidad empiece de verdad entre Viñales y Márquez. En Qatar, la inesperada lluvia canceló los entrenamientos oficiales y en carrera nunca hubo una posibilidad real de que ambos se encontraran. Viñales estaba muy por delante y Marc se quedó sin neumático trasero en unas pocas vueltas, así que el cuarto puesto fue su frontera más lejana.

Ayer la lluvia también mojó el asfalto argentino de Termas de Río Hondo, un cambio de planes que enfrió el buen momento de Viñales y lo dejó en el sexto lugar de la parrilla de salida. Sí llovió a gusto de Marc, que se adaptó mejor que nadie a una pista ni seca del todo ni empapada. Eran unas condiciones peligrosas que el vigente campeón transformó en una manera de camuflar los problemas de aceleración que arrastra la Honda. «Creo que en todos los casos podemos luchar por el podio... Por la victoria vamos a ver...», decía Márquez con esa sonrisa que deja entrever que se siente con posibilidades. No se anuncian nubes para hoy a la hora de la carrera, así que Maverick va a estar arriba listo para defender el liderato. El duelo con Márquez parece más cercano y el día D puede haber llegado.

El comienzo de curso no ha sido tan complicado para el número 93 como el pasado, pero no está siendo fácil del todo. Las Honda sufren con el resto en las rectas, porque en la búsqueda de un motor más dócil, es de momento inevitable perder velocidad punta. Márquez es el piloto que mejor rinde por muy complicada que sea la montura y por eso ayer se regaló una «pole» que deja claro su talento para estas cosas. En su mejor vuelta se llevó enganchado a Karel Abraham, que sorprendentemente va a estar a su lado en la primera línea. El checo ha vuelto al Mundial después de un tiempo fuera de la mano de Aspar Team y, por potencial, lo más lógico es que cierre las parrillas cada fin de semana. Pero este Mundial ha comenzado loco, con lluvia en el desierto y en el arranque del otoño argentino.

Las extrañas condiciones llevaron a Rossi, Pedrosa y Lorenzo a tener que pasar por la Q1 y sólo los dos primeros pudieron llegar a la Q2. Jorge únicamente pudo ser 18º, convirtiendo en un pequeño infierno su llegada a Ducati. El mallorquín tiene la moto italiana más avanzada, con las mejoras previstas para este año y las últimas piezas ideadas por los ingenieros de la mítica fábrica. Abraham, en cambio, monta la Ducati GP15, la de hace dos temporadas, con material mucho más «anticuado». Ni él mismo ni en su equipo se lo creían al verse en las pantallas con el segundo mejor tiempo. Era el mundo al revés, con los pilotos oficiales sufriendo y los humildes disfrutando. Hoy todo volverá a ser normal, con Marc y Maverick, posiblemente, luchando cara a cara por primera vez.