Hípica

Los mejores regalos de Reyes

El mundo de la hípica ofrece multitud de posibilidades para encargar a los Magos de Oriente

Poni compitiendo en Hípica La Moraleja
Poni compitiendo en Hípica La MoralejaShelly Ramírez PinoLa Razón

La hípica puede ser motivo de regalo de los Reyes Magos. Las opciones son innumerables empezando por las clases de equitación. En España son cada vez más numerosas bien como iniciación o intensivos para jinetes más avanzados. Un bono de clases es una opción interesante y que se puede compartir entre abuelos y nietos.

El equipo para montar es una alternativa perfecta. Para disfrutar de la experiencia sobre los estribos, lo ideal es llevar la indumentaria adecuada. El casco ha de ser de calidad y siempre debe cambiarse tras una caída. Aquí los Reyes Magos no pueden escatimar. El protector corporal es de gran ayuda, y cada vez es más visible entre jinetes de todos los niveles. El de Zandonà es de los mejores. Las botas pueden ser de plástico o de cuero, siendo mejor esta última opción. Ariat es la marca que mejores botas y botines tiene. Unos pantalones cómodos de montar, harán más placentero el rato a caballo. Los Reyes Magos saben que los vaqueros son incómodos y que los pantalones de chándal se suben y son muy blanditos. Los pantalones de montar reciben el nombre de «breeches», y los que llevan «grips» (silicona de agarre), ayudan muchísimo al contacto con la montura. Los de Ariat, al igual que ocurre con las botas, aparecen en muchas cartas. Los guantes son el último complemento básico para montar a caballo, ya que previenen de que se escurran las riendas por el sudor o que se produzca cualquier tipo de rozadura. Los de Roeckl son los más demandados. Los jinetes con un mínimo de experiencia ya precisarán tener su fusta y sus espuelas.

También hay accesorios y regalos para los caballos. Las zanahorias y las manzanas debieran estar en el árbol de Navidad de cualquier jinete. Cepillos, cabezadas, mantas gordas para el frío, mantillas personalizadas, monturas a medida…. Las posibilidades son ilimitadas. Al igual que sucede con los libros de equitación.

El caballo o un poni es el deseo más difícil de cumplir. Cualquier amante de la hípica sueña con tener su propio equino. El animal vive en torno a 25 años y cada mes tiene gastos ineludibles, como su manutención, herrador o veterinario. El incorporar un caballo a la familia, además del coste, acarrea una responsabilidad. Quien la asuma, la disfrutará, pero aceptando que necesitará mucho tiempo (han de salir todos los días) dinero y atención. En el caso de los jinetes noveles, además del ok de los padres, los Reyes Magos han de hablar con los entrenadores para conocer las características que debe tener el animal.