Messi decide la liga

Me gustaría centrarme en el liderazgo de Piqué desde la defensa. Me encantaría dedicar muchas líneas al trabajo siempre infravalorado de Sergio Busquets. Desearía hablar de la intensidad constante de Suárez partido tras partido. Quién sabe si Luis Enrique debería ser el protagonista de esta columna, por ser el técnico que ha superado ya el récord de partidos invicto hasta ahora en propiedad del Madrid de Beenhakker. Pero hablar de este Barça hoy no es posible sin insistir en su estrella, su timón, su tótem.

En manos de Leo

Nunca sobran los piropos, nunca está de más dejar por escrito que estamos ante un regalo que nos ofrece la historia de este deporte. Messi se ha propuesto que el Barcelona siga ganando títulos y en Ipurua volvió a dejar claro que todo lo que ocurre en un terreno de juego depende de su voluntad. Ante el Eibar, otra exhibición. Con y sin balón. Dosificándose sin esconderse. Iniciando la jugada del primer gol y marcando los dos siguientes. En especial, la jugada del segundo es el mejor reflejo del fútbol del «10» azulgrana: desequilibrio, mimo del balón, técnica y definición. Luego quiso lanzar el penalti; parece que Messi se ha propuesto ganar el Pichichi.

Basta ya

Basta de compararle con Cristiano. Hay muchas diferencias que sitúan a Leo en otro nivel, muy por encima del portugués. Pero la principal es saber si sus goles han servido para algo. Y la realidad es que mientras Messi se ha hinchado a ganar títulos siendo el mejor de su equipo, Cristiano sólo ha logrado una Liga y una Liga de Campeones desde que firmó por el Madrid. Messi decide títulos. Lo volvió a hacer ante el Eibar. Los 27 tantos del luso en Liga le han dado cinco puntos a su equipo. No importan las estadísticas individuales, esto es un juego de equipo y Messi lo ha entendido desde el primer día. Eso le hace grande. Eso le convierte en el mejor.