Juegos Olímpicos

Miguel Ángel López: la humedad de Río frustró una triple corona

Miguel Ángel López era el favorito para el oro en los 20 kilómetros marcha en los Juegos de 2016 pero el clima carioca hizo de la prueba un infierno

Miguel Ángel López, en la prueba de 20 marcha de Río 2016
Miguel Ángel López, en la prueba de 20 marcha de Río 2016Agencia EFE

En el comienzo de este año olímpico, proliferan las quinielas sobre el medallero de España en París 2024. Un ejercicio aventurado, casi condenado al fracaso de antemano, en el que pronosticadores más o menos expertos –o arúspices que creen leer el futuro en los posos del café– se empeñan en escudriñar los resultados de la última olimpiada para etiquetar a candidatos al podio: seguros, probables, posibles, outsiders, sorpresas… Álvaro Martín, marchador especialista en los 20 kilómetros, se proclamó campeón europeo y mundial en los dos últimos veranos. Su oro olímpico es casi una promesa, doble con su asociación en el relevo con María Pérez, a no ser que repita la historia protagonizada hace ocho años por Miguel Ángel López.

Este murciano de Llano de Brujas era, hasta la cosecha de Martín y Pérez en Budapest del pasado mes de agosto, el único campeón del mundo del atletismo español en el siglo XXI. Se reveló con un bronce –luego plata por la descalificación por dopaje del ruso Aleksandr Ivanov­– en Moscú 2013 y emprendió una ruta dorada hacia Río de Janeiro con el título continental en Zúrich 2014 y el oro planetario en Pekín 2015… donde un jovencísimo Álvaro Martín debutaba con un meritorio decimosexto puesto. En los Juegos de 2016, sobre todo tras la exclusión de la delegación rusa, nada se interponía entre López y la triple corona. Excepto el insoportable calor húmedo de la capital carioca.

El atletismo español llevaba doce años sin catar metal olímpico –Ruth Beitia terminaría con la sequía nueve días más tarde– y López era una apuesta segura en la apertura del programa del deporte rey. El circuito de la península de Pontal era plano y estrecho, así que la consigna de los técnicos era taxativa: había que estar delante desde el primer tranco porque iba a ser complicado, de lo contrario, maniobrar en un pelotón de más de setenta andariegos. El murciano siguió el plan a rajatabla pero enseguida, en cuando el británico Tom Bosworth y el keniano Samuel Gatimba lanzaron el primer ataque serio, antes del sexto kilómetro, notó que no era su día. «No hay excusas. El que ha fallado hoy soy yo», dijo tras pasar la meta en undécimo lugar con evidentes síntomas de asfixia. Pese a haber sido programada a primera hora de la mañana, la prueba fue un infierno para los europeos: China hizo doblete con Wang Zhen y Cai Zelin y el australiano Dane Bird-Smith se colgó el bronce.

La decepción de Río apartó a Miguel Ángel López, nombrado atleta español del año cuatro veces entre 2012 y 2015, del primer plano competitivo durante el siguiente cuatrienio, que consagró a sus estudios, pero la pandemia le devolvió el gusto por la competición y se especializó en la nueva distancia de 35 kilómetros, en la que se proclamó campeón de Europa en 2022. Pero como no forma parte del programa para París 2024, el murciano ha vuelto a descender de distancia para intentar ser uno de los dos acompañantes de Álvaro Martín en la capital francesa. La primera etapa de su particular reconquista será el Campeonato de España del próximo mes de febrero. Las plazas de marcha en el equipo nacional están caras.