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Milagros Martínez, entrenadora española en Japón: «Como soy mujer no me llegaron ofertas en España»

Milagros Martínez, con su equipo japonés
Milagros Martínez, con su equipo japonéslarazon

En Fuentelespino de Haro, un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca, ni Real Madrid, ni Barcelona, ni la selección española han sido estos días tema de debate en los pocos bares que conforman este peculiar municipio de apenas 280 habitantes.

Los Mangos, como se conoce a los residentes masculinos de esta población, han cambiado las tertulias en el «Bar Eladio» por las charlas en la panadería del pueblo que estos días no ha parado de recibir las felicitaciones de todo aquel que se pasaba por allí. No es para menos, la hija de los dueños, Milagros Martínez ha hecho historia a miles de kilómetros de su hogar. Se ha convertido en la primera mujer entrenadora que gana un partido de la liga japonesa. «A mi madre fue a la primera persona a la que llamé. No me cogía el móvil así que me puse a prepararme la comida. Me puse a comer y justo me sonó el teléfono. Era ella. Cuando descolgué me puse a aplaudir sin decirle nada y acto seguido nos pusimos las dos a llorar» cuenta a este periódico Milagros Martínez, entrenadora del Suzuka Unlimited FC de la cuarta división japonesa. «Con la victoria del otro día sentí alivio por toda la expectación que suponía que una mujer estuviera en un banquillo. Era como un examen, todo el mundo estaba pendiente, pero a la vez fue un sueño», señala la entrenadora española que estos días no ha parado de recibir mensajes de cariño y varias peticiones de entrevista por parte de muchos medios españoles. «Esta semana se me ha acumulado el trabajo. En el cuerpo técnico como no tengo preparador físico ni analista, es trabajo que tengo que hacer yo. Me espera una noche larga», comenta entre risas Martínez.Un sueño que arrancó por «casualidad» el pasado mes de diciembre. Milagros, que terminó su etapa como entrenadora del Fundación Albacete tras un cambio en la dirección del club, se encontraba dirigiendo al Tomelloso de la categoría regional femenina y una llamada le cambió la vida.

«Cuando me fui del Albacete mandé mi currículum a muchos clubes. No me llamó nadie. Como soy mujer no me llegaron ofertas. Un hombre que hubiese conseguido lo que yo con el Albacete tendría trabajo en España o donde quisiera. En diciembre un equipo japonés se puso en contacto conmigo por medio de Yuriko Saeki, actual coordinadora de fútbol femenino del Villarreal. Estaban buscando a una entrenadora y no me lo pensé», cuenta Milagros que el 14 de enero ya estaba en Japón para dirigir a su nuevo equipo. «Lo que más me costó fue decírselo a mi madre», confiesa. Tocaba ponerse manos a la obra y el trabajo no resultó nada sencillo. Mujer, joven y una visión diferente de ver el fútbol.

«El entrenamiento que hago para ellos requiere menos físico. Al principio no lo veían claro. Me decían que esto igual no funcionaba y yo les decía que había que confiar», apunta. Hoy 50 sesiones de entrenamientos después y con un intérprete de por medio, están totalmente convencidos del trabajo de su entrenadora. Los comienzos no fueron fáciles, llegó sola a Japón, pero hoy es una más de la familia del Suzuka Unlimited, aunque a veces eche de menos a los suyos. «Los días que tengo libres los paso fatal porque cuando termino todo lo que tengo que hacer del trabajo, como conozco poca gente, no sé qué hacer. Intento buscar algún plan con los españoles que hay aquí porque si no, se me hace la semana eterna», confiesa la entrenadora.Al margen del estilo de vida y de las costumbres propias del país asiático, lo que más le sorprendió a Milagros fue la deportividad y el compromiso que demuestran en todo momento sus chicos. «Cuando di mi primera convocatoria los jugadores a los que no convoqué en lugar de enfadarse y poner caras largas se pusieron a entrenar sin que yo les dijese nada. Siempre se marchan a casa sonriendo y dándole las gracias a todo el mundo», señala la española.Su deseo de entrenar en el extranjero hoy no es un deseo sino toda una realidad. Acude feliz a cada entrenamiento y con la satisfacción de saber que nadie le ha regalado nada. «Han apostado por mí y tengo que intentar no fallar», señala. Ve muchos partidos de la Primera División, de Segunda, de la Liga Iberdrola y por supuesto de la J1 League, donde espera llevar a su equipo. Sin pausa, pero sin prisas.