Misión: Rescatar a Isco y Bale, y proteger a Benzema

El Madrid vuelve a la Liga después de su gran clasificación en la Champions. Tiene tres encuentros antes de los cuartos de final. Son partidos para que los que no cuentan ahora vuelvan a sentirse importantes.

Isco y Bale protagonizaron durante muchos meses los debates madridistas de quién debía jugar en el once titular. El galés, que daba profundidad al equipo, o el español, que aseguraba el control del juego. Ahora, en cambio, no tienen claro su papel en el vestuario. Es posible que jueguen el choque de este mediodía y puede que también el del domingo que viene contra el Girona. Quizá incluso tengan minutos ante Las Palmas. Pero después llegan los cuartos de final de la Champions y ¿entonces?

«Bale está en un equipo en el que hay muchos jugadores. Él lo está haciendo bien también y hay muchos partidos por jugar. No le ha tocado salir de inicio en la ida y en la vuelta de octavos, pero no tengo nada en particular con él», explicaba ayer Zidane, que ha cambiado la jerarquía dentro del vestuario y sabe que tiene que lidiar con ello. Ya en el choque de ida contra el PSG Gareth comprobó que no era esencial, pese a que no había hecho malos partidos. Suma ocho goles en los 17 encuentros de Liga que ha disputado y desde ese primer encuentro de los octavos hubo un cierto cambio de actitud en su manera de afrontar los encuentros.

No le sirvió, sin embargo. Bale no habla mucho y no está muy claro lo que piensa de lo que le sucede. «No es un problema la suplencia, yo hablo con él y sabe dónde esta», continuaba Zidane. El francés ha abierto una puerta con la clasificación a octavos y ahora ya nada va a ser igual a lo que era. Bale es el primer damnificado, pero también Isco. Acabó la temporada pasada como el jugador que, con paciencia y esfuerzo, se había hecho un sitio que no tenía. Ahora puede que esté por delante de Bale, pero está por detrás de Lucas Vázquez y Asensio. Isco parede fuera de foco, cuando es uno de los futbolistas que más partidos ha disputado. Asensio ha estado en 39 encuentros, Isco y Lucas Vázquez, en 38. En minutos es verdad que baja, pero aún así está entre los once primeros, por encima de Benzema. En menos de un mes ha pasado de la alegría de ser titular contra el PSG a la decepción de ser suplente en Francia.

En ese tramo de tiempo fue suplente en el campo del Betis, para descansar; jugó sin mucho entusiasmo en Leganés, no estuvo ni un minuto contra el Alavés, pero si disputó la debacle del Espanyol. Quizá eso le marcó. Jugó todos los minutos contra el Getafe, lo que fue una mala señal. Ahora no sabe.

Isco fue fundamental en la temporada pasada y Bale ha sido esencial en varias finales. Zidane sabe que no puede perderlos porque son futbolistas que deciden partidos decisivos. Ha llegado pues, el momento de volver a sacar su mano para mantener la competitividad en el vestuario sin que se resienta el ambiente: «Vosotros queréis buscar un problema, pero no lo hay. Cada tres días hago un equipo y para mí Gareth es importante, pero también hay otros jugadores importantes», explicaba ayer.

Isco puede indicar el camino a Bale. La campaña pasada se ganó el puesto en encuentros en Gijón o La Coruña. Hoy Eibar puede ser un buen sitio para comenzar a quitarse el enfado y volver a contar.

Zidane defiende a Karim

Como no podía ser de otra manera, Karim Benzema vuelve a estar en la diana de las críticas. Cuando dé un buen pase o marque un gol, la tendencia dará un giro radical y será un delantero valorado por todo lo que aporta al resto del equipo... pero sólo hasta que falle una ocasión y se vuelva a un debate eterno y probablemente sin solución. «¿Benzema gusta a quienes les gusta el fútbol?», preguntaron ayer a Zidane. «Sí», contestó el francés, firme siempre en la defensa de su delantero centro, el mismo que la temporada pasada le dio el pase a la final en el Calderón y en quien confía para que lo vuelva a hacer en los encuentros que quedan. «No sé si se es justo o injusto con Benzema. No tengo que comentar lo que se dice. Me gustó el trabajo de Karim en París, me hubiera gustado que marcara, pero lo que hizo fue bueno para el equipo y hay que tener paciencia. Marcaron otros jugadores, ganamos y lo demás no me interesa», aseguró cuando las preguntas sobre el delantero del Madrid se le acumulaban. En la primera parte del choque de la Champions, Benzema recibe un pase en profundidad que le deja solo, aunque escorado ante el portero rival. No consigue cruzar el balón lo suficiente y éste rebota en la pierna del guardameta y se va a córner. 56 remates suma el delantero esta temporada y ha marcado 8 tantos. Eso es lo que le echan en cara sus críticos; eso y su aire de indiferencia. El socio del Bernabéu siempre ha sido más de caras de enfado, de rabia, más de furia que de calma. «No tengo que convencer a nadie acerca de Benzema. Hay gente a la que le gusta y gente a la que no. Hay gente que le gusta Isco y gente que no. Es algo que no podemos cambiar», continuaba el entrenador francés. Si, por ejemplo, con Isco y Bale la función de Zidane es intentar convencerles de que se puede ayudar al equipo sin tener que disputar los partidos importantes, con Karim Benzema lo que tiene que hacer hasta que lleguen los cuartos de la Champions es lo que hizo ayer y lo que lleva ejerciendo toda esta campaña: defenderle. «Él tiene que seguir, ha demostrado en estos nueve años con lo que ha hecho que es muy bueno. No lo digo sólo yo. A mí me gusta mucho, pero sus datos hablan por sí mismos. Es verdad que es el nueve del Real Madrid y le pedimos más porque no ha marcado mucho últimamente, pero esta haciendo otras cosas para el equipo y el gol va a llegar».