Ja Morant, strippers, pistolas, peleas y miles de dólares

La retirada de la camiseta de Pau Gasol se celebró en el descanso del Lakers-Grizzlies y en el equipo de Memphis no estaba su gran estrella, Ja Morant. La franquicia del estado de Tennessee ha decidido apartar al base por sus comportamientos fuera de la cancha. Los Grizzlies son terceros en la Conferencia Oeste y Ja Morant, con 27 puntos, 6 rebotes y 8,2 asistencias, es su mejor elemento siempre y cuando uno se fije solo en lo que pasa en la pista.

Fuera se ha convertido en el nuevo «bad boy» de la NBA. Su último incidente se produjo cerca de Denver, en una zona conocida por sus clubes de striptease. Allí apareció Ja Morant, que decidió publicar un vídeo en Instagram portando un arma en un club nocturno y con miles de espectadores viéndolo en la red social. El problema no es solo la exhibición del arma. Lo más grave es que la hubiera transportado en el avión del equipo. Si hubiera volado con ella habría infringido las normas del convenio de la NBA y podría suponerle una sanción de 50 partidos. Y todo después de que, según Shams Charania, periodista de The Athletic, informara sobre una reunión de los jugadores de la plantilla. En ese encuentro, el veterano Steven Adams llevó la voz cantante y recomendó a sus compañeros, en especial a Ja Morant, que se abstuvieran de visitar clubes nocturnos cuando jugasen lejos de Memphis. La respuesta de la estrella: «Por la noche no tengo sueño, tengo ganas de salir a tomar algo». Normal que en la franquicia se temiesen una cosa como la que ha sucedido. Las posteriores imágenes con cuatro strippers y el suelo plagado de billetes -se calcula que había unos 50.000 dólares- se corresponden con la noche de farra de Ja en Denver.

Ja Morant ya había sido acusado de haber golpeado y amenazado con una pistola a un chico de 17 años. Los hechos se remontan al pasado verano. En apenas cuatro días, Morant fue acusado de tener un incidente con un miembro de seguridad de un centro comercial de Memphis y de amenazar con una pistola a un menor de edad tras una pelea durante un partido de baloncesto en casa del jugador. La pelea en el aparcamiento del centro comercial se saldó con una denuncia a la policía por parte de la presunta víctima, pero no hubo arrestos. Poco después, Morant fue acusado de «golpear repetidamente en la cabeza» al menor de edad y de lanzarlo al suelo. El chico aseguró a la policía que, tras la pelea, Morant acudió a su casa con «una pistola visible» en sus pantalones y con las manos en el arma. El jugador ha asegurado que actuó en defensa propia y que el chico le amenazó con regresar a su casa y que la haría «saltar por los aires como si fueran fuegos artificiales», algo por lo que Morant presentó una denuncia al sentirse amenazados él y su familia. No han sido sus únicos incidentes. En el vuelo al All-Star de Cleveland en 2022 se le vio en un avión privado rodeado de fajos de billetes e infinidad de botellas de alcohol.

Recientemente ha protagonizado otro vídeo muy similar en otro vuelo privado. Y el 6 de febrero se supo que su entorno más cercano estaba bajo investigación de la NBA tras ser acusado por los Indiana Pacers de haber apuntado con un láser rojo contra miembros de su cuerpo técnico. Morant tuvo problemas durante el partido con el dominicano Chris Duarte y, al acabar, el líder de los Grizzlies se encaró en la zona de los autobuses con unos miembros del equipo visitante. Luego Morant subió a un coche junto a su entorno y el cuerpo técnico de los Pacers asegura que vio un láser rojo apuntando contra ellos. Para arreglarlo todo hay quien asegura que «la NBA tiene conexiones directas con el FBI y saben en todo momento qué estás haciendo y dónde». Que tome nota Ja Morant.