La brutal salvada que confirma la recuperación de Marc Márquez

“Todavía hay pilotos más rápidos que nosotros, pero poco a poco me voy encontrando mejor”, confesaba Márquez en DAZN después de terminar el sábado en Tailandia. Está contento Marc porque cada vez se parece más a sí mismo, al que fue antes de la lesión de 2020, al piloto que se coronó precisamente en Buriram al conseguir su octavo mundial, el sexto de MotoGP.

El brazo derecho va respondiendo mejor, ya no tiene dolor y va recuperando la masa muscular y la fuerza en la articulación. Siempre había dicho que necesitaba hacer una salvada de derecha para confirmar que todo estaba en su sitio y este sábado la hizo en la última curva del circuito de Buriram cuando terminaba una buenísima vuelta que le podía haber dado la “pole position”. En ese momento, la Honda le dio un par de trallazos y él la mantuvo en pie como pocos pueden hacer y tirando de ese brazo derecho que le ha dado tantos disgustos.

“He hecho una salvada, sí, pero ha sido de atrás, aunque todo cuenta. Es verdad es que este fin de semana es el primero en mucho tiempo que estoy empezando a sacar el jugo de la Honda, que cuesta mucho. Estoy pilotando como quiero, se ven sustos, que la moto se descoloca en la frenada. En el último año y medio iba sobre raíles, muy fino, que nunca había pilotado así, pero ahora ya voy más como me gusta. Todavía tengo trabajo por delante porque hay pilotos más rápidos por delante, pero me voy encontrando mejor”, confesaba a DAZN el número 93.

Ese susto al final de la vuelta le impidió estar más adelante en parrilla en pleno dominio de las Ducati, que monopolizan las diez nueve primeras posiciones salvo por el cuarto puesto de Quartararo y el octavo de Márquez. Marc va entendiendo la Honda y es claramente el más rápido de su fábrica, pero eso todavía no le da para estar delante del todo y luchar por el podio.

Para la carrera de Tailandia está convencido de que un puesto lógico para él sería entre el cinco y el diez, aunque conociendo al de Cervera, intentará sacar un extra en cuanto se apague el semáforo para al menos igualar el cuarto de Japón.