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Valencia
Augusto Fernández, campeón del mundo de Moto2
El piloto español ha podido certificar el título en la séptima vuelta tras la caída de Ogura. La carrera en Valencia la ha ganado Pedro Acosta
Ya hay campeón del mundo de Moto2 y es español: Augusto Fernández, que aguantó la presión durante las siete vueltas que su rival, Ai Ogura, ha estado sobre la pista. El japonés se fue al suelo demasiado pronto, en otro fallo que ya ha sido definitivo después del que tuvo en Malasia y que le complicó las cosas para la carrera definitiva. Necesitaba sumar diez puntos más que Augusto para darle la vuelta a la clasificación y quiso hacerlo demasiado rápido.
Después de una lucha cuerpo a cuerpo con Pedro Acosta se fue al suelo en la curva 8 y su temporada se terminó antes de tiempo. Augusto ya podía respirar tranquilo y disfrutar de las vueltas que quedaban por delante. Pasara lo que pasara el título era para el mallorquín, que terminó segundo el mejor día de su vida.
Ha tenido muchos otros malos, como esos casi tres años que estuvo sin ganar desde San Marino 2019 hasta Le Mans 2022, el punto en el que esta temporada tuvo claro que podía ser campeón. Fue una larga travesía en la que nunca tiró la toalla para conseguir ese sueño de niño que ya tiene en su mano.
La victoria en Valencia ha sido para Pedro Acosta, por delante de Augusto y de Arbolino, que completó el podio. El murciano ya avisa para lo que quiere hacer el curso que viene, que no es otra cosa que intentar ya el asalto de manera seria al título de Moto2.
El yoga le mostró el camino
Augusto Fernández lleva tatuado en un brazo la silueta de una mujer haciendo yoga. Es en honor de su madre, Sara, profesora de esta especialidad oriental y que le ha ayudado a preparar mentalmente las carreras esta temporada. “Siempre había trabajado un poco con ella, pero nunca le había prestado demasiada atención. Empecé con ella un poco antes de Francia y ya gané esa carrera. Sabía que me fallaba algo pero no encontraba el qué y con ella hemos llegado a la base del problema”, contaba el piloto de KTM, que ha mostrado este año su cara más fiable y tranquila sobre la moto.
Desde la victoria en Francia, tres victorias y cinco podios más para llegar al objetivo por el que él y su familia han trabajado desde siempre, campeón del mundo de Moto2. Más liberado de cabeza, sin pensar tanto en el resultado y dejando que las cosas surjan. No tiró la toalla en todo ese tiempo sin ganar, del que ha salido para llevarse el título y ser el único piloto de Moto2 que sube a MotoGP en 2023. Estará en el equipo GasGas junto a Pol Espargaró.
Es el segundo campeón mallorquín del año después de Izan Guevara, que se coronó en Moto3 y el segundo también en su palmarés tras ser campeón de Europa junior en 2014. Llegó al Mundial sin pasar por Moto3, directo a la categoría intermedia, donde después del debut en 2017 se quedó sin plaza para 2018. Pero entonces le llegó la oportunidad de sustituir a Héctor Barberá en el equipo de Sito Pons.
Con el Marc VDS, un equipo poderoso en Moto2, no encontró la manera de llegar a los resultados, pero nunca se rindió ni dejó de empujar. Ahora, a los 25 años, le llega el premio justo antes de MotoGP, donde llegará como los grandes: con un título debajo del brazo.
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