Dani Valle, piloto de Supersport 300: «Desde pequeño siempre me gustó Pedrosa, pero Márquez es inhumano»

El piloto madrileño, que buscará este año el título en la categoría «pequeña» de Superbikes, cuenta cómo es abrirse paso en el mundo del motociclismo

Dani Valle (29/9/1999) combina los libros con las motos. Estudia segundo de Bachillerato y admite que, pese a que los profesores le dan facilidades en el CAR de Madrid, este año le está costando un poco más. Los entrenamientos le quitan muchas horas, pero él persigue el sueño de triunfar en el motociclismo. Esta temporada repite en la categoría de Supersport 300, que explica en esta entrevista, junto a cómo es ir creciendo en el mundo de las dos ruedas.

−¿Quién es Dani Valle?

−Es un chaval normal. Estoy corriendo en el Mundial de 300, vengo de competir en el Campeonato de España, en el que participé en Moto3 hace dos años, pero mi origen es el motocross. Empecé con 4 años en el motocross, y se me daba bien, pero en 2012 decidimos cambiarnos a velocidad, cuando yo tenía 12. El año pasado di el salto al Mundial y terminé quinto.

−¿De dónde viene su pasión por las motos?

−Por mi padre. Él montaba en Enduro, no en competición, pero sí entrenaba bastante con los amigos. A los tres años me regaló un quad, y como vio que me volcaba y eso, a los cuatro me regaló mi primera moto, una Honda, una 50, y de ahí hasta ahora. Pero a mi madre no le gustan nada las motos, cero, las odia.

−¿Es difícil abrirse camino en este mundo?

−La verdad es que sí. Yo al fin y al cabo he tenido suerte de que siempre me han apoyado. Económicamente mi padre ha tenido que hacer gastos importantes, pero ya... Mira, te explico, nosotros en el Campeonato de España estábamos haciendo Moto3 y queríamos intentar dar el salto al Mundial de Moto3, pero económicamente es muy difícil, y si no te ficha un equipo... Entonces nos dieron la oportunidad de ir al Mundial de Superbikes, nos han apoyado mucho Yamaha, el equipo... Al final, si eres bueno pero no tienes una buena moto y un buen equipo que confíe en ti y te dé buen material, es difícil abrirse camino. A mí me dieron la oportunidad y la verdad es que bastante bien.

−Porque sí hay un momento en el que se tiene que pagar por competir...

−Claro, sí, incluso el año pasado tuvimos que pagar, pero mucho menos porque el equipo confió mucho en mí, y los espónsores que tenía el equipo. Hasta el año pasado, pagábamos todo. Y este año también nos hacen falta espónsores, pero estamos ya bien, bastante mejor.

−¿Cómo es su categoría?

−Esta categoría se formó el año pasado. Es como la categoría pequeña de Superbikes. Superbikes lo ha cogido Dorna, que es el organizador de MotoGP, y ha querido imitarlo un poco en el sentido de crear una categoría pequeña para hacer cantera, formar a pilotos para que suban. Lo que se suele decir de Superbikes es que están los que se retiran de MotoGP y ahora quieren cambiar eso. Lo mío son motos de 300 cc y son carreras súper igualadas. La organización lo ha hecho muy bien, han hecho las motos muy igualadas, y son carreras de diez o doce pilotos en las que hasta la última vuelta no se sabe si vas a ser el primero o el doce.

−Hay tensión todo el rato...

−Sí, también es verdad que, al fin y al cabo, el año pasado estamos adelante siempre los mismos. Las cinco primeras posiciones nos las jugábamos siempre los mismos. Al ser las motos tan igualadas, el piloto marca la diferencia. Excepto la primera carrera, que nos escapamos los tres primeros, las demás fueron en grupo.

−¿Qué tal la experiencia de ese primer año?

−En el Campeonato de España estuve en varios equipos que no confiaban mucho en mí. Para que te hagas una idea, nunca hice un podio, y llegar a mi primera carrera en Superbikes, además en casa, en Aragón, y ser segundo fue brutal. Luego ya cuando salimos de España, en las primeras carreras me costó adaptarme, después fue todo rodado.

−¿Por qué le costó?

−Más que nada, llegar e ir rápido desde el primer momento sin conocer el circuito. Este campeonato no es como MotoGP, está lo de la «superpole», y desde el viernes cuentan los tiempos; es importante el viernes quedar entre los diez primeros, porque son los que van a la «superpole 2». Entonces hay que adaptarse muy rápido porque no conocíamos los circuitos.

−¿Qué tal la sintonía con el equipo?

−Desde el primer momento en el primer test han confiado mucho en mí. En momentos en los que he tenido algún bajón, venían, hablaban con mi mecánico, con mi técnico...

−¿Qué objetivo se marca este año?

−Será difícil porque ha venido gente nueva y rápida, y han evolucionado mucho la Kawasaki y la KTM, cosa que Yamaha no ha terminado de evolucionarla. Pero bueno, nuestro objetivo es intentar llevarnos el Mundial. Estoy preparado física, técnica y psicológicamente. Tenemos todo, y la experiencia del año pasado. Voy a luchar por ganarlo y si no, ser la primera Yamaha.

−¿Qué diferencias hay entre el Campeonato del Mundo y el Mundial de Superbikes?

−Básicamente, en Superbikes son motos de calle, que se pueden vender al público, pero preparadas. Y, sin embargo, en MotoGP son motos prototipo, de carreras. Pero de tiempos hay circuitos en los que nosotros rodamos más rápido. En Jerez el récord de una moto lo tiene una superbike.

−¿Tiene algún ídolo?

−Desde pequeño me gustó siempre Dani Pedrosa. Aparte, me llamo igual que él y cumplo los años el mismo día que él. Siempre le he seguido, desde 125, dos y medio, luego todo lo que ha conseguido en MotoGP, pero ahora mismo yo creo que Márquez es un inhumano, está en otro rollo, es el mejor y lo seguirá siendo.

−¿Cómo es su forma de pilotar?

−Es bastante agresiva. Se me da muy bien frenar y abrir gas pronto. Es la forma de pilotar que tienes cuando vienes del motocross, que es más agresivo. Me gustan mucho los cuerpo a cuerpo. Ahora lo que estoy entrenando es para ir más calmado, porque a veces se me va un poco y cometo errores. Estoy entrenando ser un poco más fino, pero siempre frenando fuerte y abriendo gas, eso no lo voy a perder.

−¿Cuál es la clave para ser un buen piloto?

−La moto tiene mucho que ver, pero para mí en el piloto lo que más influye es la cabeza. Es fundamental porque si tú te crees que puedes ganar y te crees el mejor, al final lo vas a hacer porque vas a entrenar mejor, vas a competir mejor y lo vas a hacer todo mejor. Si tienes dudas desde el principio, no vas a estar ahí. A mí eso me ha costado, lo aprendí el año pasado, porque en el Campeonato de España por circunstancias no tenía una buena moto y me echaban mucho la culpa; a mí me han hundido mucho psicológicamente, eso hizo que empezara a trabajar con Javier Bonilla, que es mi psicólogo, y con él hemos creado un Dani Valle totalmente distinto al de hace tres años. Yo ahora mismo como si me pones, no sé, a Rossi delante, no le voy a tener miedo, yo confío muchísimo en mí.

−¿Cómo es el entrenamiento fuera de la moto?

−En el Centro de Alto Rendimiento, con Jorge Blanco, mi preparador desde hace dos años, trabajamos físicamente en el gimnasio de lunes a viernes. Para coger fuerza, mucho cardio, atletismo, mucha piscina, entrenamientos en bici... Son entrenamientos a muy altas pulsaciones. En carrera hacemos una media de 180 pulsaciones durante media hora y eso hay que entrenarlo. Luego, lunes y martes hago moto por la tarde en la escuela 111 aquí en Madrid, y los fines de semana voy por ahí con mi padre a entrenar.

−¿Cómo se queda el cuerpo tras media hora a 180 pulsaciones?

−Deshidratado, y los músculos muy tensos. Es media hora o cuarenta minutos encima de la moto, pero no sólo eso, es gestionar la carrera, psicológicamente acabas muerto y los músculos... Mi moto, por ejemplo, pesa 140 kilos y mover eso durante ese tiempo siempre yendo al máximo, acabas reventado. Siempre, nada más terminar, vamos al fisio a descargar. Y beber mucha agua.

−¿Por qué lleva un tigre en el caso?

−Parece un tigre, pero es un guepardo. Ha sido mi animal favorito desde pequeño porque es el animal terrestre más rápido. Cuando empecé a tener diseños dije que el mío tenía que ser un guepardo porque yo también tengo que ser el más rápido.