Motociclismo
Una victoria milimétrica de Lorenzo
Por 19 milésimas superó Lorenzo a Márquez en los últimos 20 metros antes de meta. Ambos firmaron un magnífico duelo en Mugello, donde hubo abucheos y pancartas contra ellos
El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) ha logrado la victoria en el Gran Premio de Italia de MotoGP que se ha disputado en el circuito de Mugello.
Después de casi 121 kilómetros de lucha, todo se resolvió en 20 metros. En la última baldosa antes de la bandera de cuadros regateó Lorenzo a Márquez, al que incluso el propio Jorge veía como ganador en Mugello sólo unas curvas antes. La final la tomó algo pasada el balear, derrapando, para llegar a la recta con más velocidad. Después se escondió en el rebufo de la moto de Márquez y entró en meta 19 milésimas antes. «Hoy he aprendido lo que es perder una carrera en el último momento. Creo que es una de las primeras veces que me pasa, estoy más acostumbrado a ganarlas», explicaba Márquez, que había rozado el triunfo y casi recuperado el liderato del Mundial. De haberlo conseguido hubiera sido en muy buena parte mérito suyo. No había completado un gran fin de semana, pero siempre se las apaña para ser competitivo el domingo. Corre más que su moto muchas veces y ayer arriesgó «porque merecía la pena». Vive preocupado por las prestaciones de la Honda, que al intentar solucionar los problemas del año pasado ha perdido alguna de sus virtudes.
El curso anterior el motor era muy potente, en exceso en algunos momentos, y difícil de contener al entrar en la curva. Para 2016, la marca japonesa ha creado un motor menos agresivo, que se queda corto en aceleración y velocidad punta. Por eso ayer la Yamaha, tradicionalmente más floja en este apartado, «quitó las pegatinas» a la Honda además del triunfo. Márquez había bordeado el límite para llegar primero al último minuto del descuento, pero le faltaron algunos caballos para frenar el ataque de Lorenzo.
Perder al final nunca es agradable y no estaba contento del todo el «93», que avisó de que si tenía que arriesgar tanto otros días, seguramente el resultado sería irse al suelo. En Italia dejó una carrera espectacular junto a Jorge, que protagonizaron la fiesta española en la casa de Rossi. Valentino salió primero, cedió la cabeza a su compañero de equipo y con él luchó por recuperarla durante ocho vueltas. En la nueve, su motor se rompió y con él la ilusión de toda la grada. El de Jorge se había estropeado por la mañana en la previa y se salvó de un cero que deja a Valentino a 37 puntos del liderato. Sin él, la cosa quedó entre los dos españoles, con Lorenzo más constante y Marc tirando de pilotaje y ganas para tener opciones. Midió sus posibilidades un poco antes del giro final, en el que se puso en cabeza, amenazando con repetir una historia muchas veces vista. Es un «killer» en los momentos decisivos, y fue el primer sorprendido cuando vio la rueda de su enemigo pisar antes la línea de meta.
Se impuso Jorge, pero los dos ganaron ayer, porque se quedan un poco más solos en la cabeza de la clasificación. Juntos en eso y en los pitos y abucheos que recibieron de la grada italiana, cuando lo que tocaba era aplaudir un magnífico espectáculo.
Rossi, destruido como su motor
Tras la «pole», Mugello esperaba una fiesta rossista, que se esfumó con la nube de humo blanco que indicaba que el propulsor de la Yamaha de «Il Dottore» se había estropeado. El «speaker» anunció a la hinchada que Valentino estaba destruido y no saldría a recibir el baño de masas habitual. Algunos aficionados mostraron pancartas y mensajes ofensivos contra Jorge y Marc. «Han creído sus teorías», decía Lorenzo.
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