Motociclismo

Marc Márquez habla de uno de sus mayores apoyos durante su recuperación: "Si tengo que elegir a alguien..."

El campeón mundial de MotoGP destaca el papel clave de su hermano Álex Márquez en su regreso a la élite del motociclismo tras cinco años de lesiones y dudas

Marc Márquez habla de uno de sus mayores apoyos durante su recuperación: "Si tengo que elegir a alguien..."
El piloto de Cervera ha reconocido que no habría sido posible sin el apoyo de su hermano Álex MárquezMotoGP

Marc Márquez ha cerrado una de las etapas más duras de su carrera con su séptimo título mundial en la categoría reina, el primero con Ducati, y lo ha hecho con una dedicación muy especial. Tras superar casi diez intervenciones quirúrgicas y momentos en los que el retiro parecía una opción real, el piloto de Cervera ha reconocido que no habría sido posible sin el apoyo de su hermano Álex Márquez, con quien además ha compartido pista como rival durante toda la temporada.

En una declaración que refleja la estrecha relación entre ambos, Marc no dudó en señalarlo como su principal soporte emocional: "Si me tengo que quedar con un nombre... mi hermano. Mi hermano me ha ayudado mucho".

Un gesto que rompe con la lógica competitiva del deporte de alto nivel, donde los rivales suelen mantener distancias fuera de la pista. En este caso, la rivalidad ha convivido con la complicidad, convirtiendo a Álex en pieza clave de la recuperación de Marc.

El regreso más difícil, con el apoyo más cercano

No ha sido un camino fácil. Durante cinco años, Márquez vivió en la sombra de sus propias lesiones, con una evolución física que no terminaba de acompañar su talento. La sombra del retiro sobrevoló en más de una ocasión, pero la ilusión por volver a competir y el respaldo de su entorno más cercano, encabezado por su hermano, le mantuvieron firme.

El hecho de que uno de sus mayores rivales en pista haya sido también su apoyo más fuerte fuera de ella ha sorprendido a muchos, pero para los Márquez es algo natural. La competencia entre hermanos no ha roto el vínculo familiar, sino que lo ha reforzado. Al final, todo se queda en casa.