Marc Márquez se rompe al recordar a su abuelo Ramón: "Seguro que lo está disfrutando allí arriba"

Uno de los momentos más duros para Marc Márquez en estos seis años fue cuando se dio cuenta de que las tres operaciones a las que se había sometido en el brazo derecho no le servían para volver a competir al máximo nivel. Había un problema de movilidad en la articulación y la solución estaba en la Clínica Mayo, en Rochester, Estados Unidos, en las manos del doctor Joaquín Sánchez Sotelo, que iba a liderar una intervención para corregir una desviación de más de treinta grados del húmero. Es decir, girarlo, para devolverlo a su sitio y que pudiera funcionar correctamente.

Era una decisión complicada, porque era la última oportunidad de continuar con su carrera y la opción de que el brazo fuese adecuado para hacer vida normal. Había que pensarlo, estaba muy dolorido por tantas operaciones y tantos golpes y su abuelo Ramón, que vivía con los dos hermanos Márquez le pidió que lo dejara, que no sufriera más, que ya estaba bien.

"Una oportunidad más", le respondió Marc, que le prometió que si no funcionaba aquello tiraba la toalla.

No la tiro, la operación funcionó y el resto de la historia es conocida por todos y tiene final feliz. Por eso, este domingo, en Dazn, Marc se ha emocionado al recordar a su abuelo, ya fallecido, que no ha podido ver la resurrección de aquel nieto al que vio sufrir en casa en los peores momentos.

"Seguro que nos está viendo desde allá arriba, vivía con nosotros muy de cerca lo que estaba pasando y era muy directo conmigo. Él me dijo que bastaba ya, y yo le dije que una última oportunidad. Estoy convencido de que lo está disfrutando, como nosotros", contaba Marc entre lágrimas.