Márquez, la exhibición de cada año

Marc Márquez se estrena en 2015 con otra apabullante victoria en Texas, donde no ha ganado nadie más. Rossi sigue líder

Si hay motos en Texas, gana Márquez. Así de fácil se resumen las tres temporadas que lleva el circuito de Austin en el calendario de MotoGP, porque allí, en el estado más extenso de los Estados Unidos no hay otra opción. La exhibición de Marc es inevitable y ayer no quiso el vigente campeón cambiar sus costumbres. El campeonato había empezado algo más igualado en Qatar y seguramente lo seguirá siendo a partir de ahora, pero en el trazado de las Américas, el número 93 no encuentra rival. Otra vez desde la «pole» y nuevamente directo hasta la meta, cómo y cuándo quiso, sin oposición.

Después de su exhibición al esprint el sábado, tanto corriendo por el «pit lane» como subido en su segunda moto en una última vuelta frenética, Marc vivió un domingo más tranquilo. Sabía que en las curvas tejanas él y su moto tienen secretos que nadie más conoce para ir rápido, así que sólo hay que dejar que el guión se cumpla, porque el final está escrito y no cambia. Rossi llegaba con más moral y las Ducati, dispuestas a prolongar su revolución en MotoGP. Anécdotas para el bicampeón, que reorganizó las cosas que se le habían desordenado en Qatar. Ganó la primera carrera del año y ya está tercero en el Mundial, a cinco puntos de la cabeza. «Es importante el triunfo por mí y por el equipo, para que se vea que lo de Qatar fue un error y que también podemos ganar este año», decía Marc, como si alguien lo hubiera dudado.

«No he vuelto porque nunca me había ido», insistía tras otro alarde de superioridad. Se tomó con calma las primeras vueltas, dejando que Dovizioso abriera la manada al principio. El italiano conseguía medio segundo de ventaja en la larga recta de Austin, pero tan consciente como todos de que Márquez estaba tranquilo, como el gato que pisa la cola del ratón para que no se escape. Cuando quiso adelantó a «Dovi» y se acabó la incertidumbre respecto al ganador. Fue aumentando su ventaja hasta que a falta de siete vueltas sólo se dedicó a dosificar fuerzas y neumáticos. Era su tercer triunfo consecutivo en Texas y el octavo seguido en territorio estadounidense, donde domina sin oposición.

No era el mejor escenario para Rossi, que mantuvo el liderato por poco y no pudo con Dovizioso, segundo otra vez en carrera y también en el Mundial. Las dos Ducati amenazaron por un momento con subirse al podio a la vez, pero su resurrección va por buen camino. Son competitivas por el momento y están preparadas, al menos, para restar puntos a los máximos favoritos. A Valentino le arrebató unos pocos su compatriota, que no suele ser capaz de ganar los duelos directos con «Il dottore». Lorenzo enderezó su mal arranque alcanzando el cuarto puesto, aceptable si se tiene en cuenta que la bronquitis no se ha bajado de su moto en todo el fin de semana. Tiene siete días para recuperarse y no perder más terreno.