Muere Artuto Pomar, el ajedrecista prodigio de la posguerra

Tendría yo apenas siete años y mi salud delicada me arrastraba en compañía de mi madre a una de las salas de espera de la seguridad social. No sé como, pero comencé a hablar con nosotros un anciano también deseoso de ser atendido. Cuando le comente mi afición por el ajedrez, me dijo emocionado que era familiar de Arturo Pomar. Yo no lo conocía entonces – circunstancia que mi madre se apresuro a disculpar alegando que yo solo era un aficionado – pero me esforcé en enterarme quien era el personaje. Fue el mejor jugador de ajedrez que ha dado España, pero pudo llegar a ser campeón del mundo. No lo digo yo. Lo afirmo el ruso Alexander Kotov y creo que tenia toda la razón. Si hubiera nacido en la tierra de Pushkin donde la diversión de niños y jubilados es jugar al ajedrez en vez de en una España donde seguir a los que dan patadas a un balón es lo mas que se puede esperar intelectualmente de millones, Pomar hubiera muerto en la gloria. Con doce años, Arturito logro unas tablas celebres con Alexander Alejin y con quince consiguió por primera vez ser campeón nacional. Volvería a repetir la proeza seis veces entre los cincuenta y los sesenta. Con seguridad, fue su época de gloria, aquella en que lo recibió Franco, en que alcanzo la categoría de Gran maestro y en que hizo tablas en 1962 nada menos que con Bobby Fisher, uno de los ajedrecistas mas prodigiosos de la Historia. El NODO proyectaba su imagen con frecuencia jugando simultáneas.

Pero España es lo que es y Arturo Pomar, modesto funcionario de correos, a lo mas que podía aspirar era a que le concedieran excedencias para participar en grandes torneos por supuesto sin percibir un céntimo. Sorprende que sin ayuda de ningún tipo y dedicándole al ajedrez el tiempo de un simple aficionado – y teniendo que mantener a una familia de siete hijos - llegara a ser en 1967 el jugador numero cuarenta del mundo o que se convirtiera en el tercer jugador olímpico del globo en 1960. En 1977, se retiro, pero hasta 2004 no recibió la medalla de oro del comité organizador de la olimpiada del ajedrez. Su primera biografía no apareció hasta 2009 cuando para muchos era ya un completo desconocido. Lamentablemente injusto. Lo dicho. En Estados Unidos, se habría hecho millonario; en la antigua Unión Soviética lo habrían apoyado para ser campeón mundial; en España... bueno, en España sucedió lo que pasa no pocas veces con la gente de talento.