Muere un futbolista de 18 años mientras se operaba de una lesión de rodilla

El fútbol argentino está de luto. Camilo Nuin, de 18 años, murió tras someterse a una cirugía de rutina de rodilla con San Telmo, el club de fútbol del joven en Argentina, que confirmó su muerte en las redes sociales.

El joven y prometedor futbolista argentino falleció trágicamente mientras era sometido a la intervención, en principio rutinaria. El fallecimiento de Camilo Nuin, de 18 años, fue confirmado por su club San Telmo la noche del miércoles 25 de junio. Según los informes, se sometía a una operación en la Clínica Espora de Buenos Aires para tratar lesiones de menisco y ligamento cruzado y restaurar la estabilidad articular.

Sin embargo, la estrella adolescente falleció en el quirófano. La causa de muerte sigue siendo un misterio, ya que ni el club —que juega en la Primera Nacional, la segunda división del fútbol argentino— ni la policía local han confirmado los detalles del caso.

En el comunicado publicado por el club se puede leer: "SAN TELMO DE LUTO. Con profundo dolor, informamos del fallecimiento de Camilo Ernesto Nuin, jugador de nuestras Divisiones Juveniles y Reserva, quien el día de hoy era sometido a una intervención quirúrgica. El club permanecerá cerrado durante la jornada de hoy en señal de luto".

¿Un error médico?

La muerte de esta joven promesa ha sacudido al fútbol argentino y ahora se investiga si se trató de un error médico o de alguna dolencia previa no diagnosticada.

Según adelanta Infobae, citando a fuentes judiciales, se realizará un segundo informe pericial sobre su historia clínica para ver si hubo mala praxis o alguna condición previa.

Por ahora, no se ha tomado declaración ni a los médicos ni a otros testigos. Las primeras medidas están supeditadas a lo que revele tanto la autopsia como la historia clínica, ya que la investigación busca determinar en qué punto del procedimiento surgió la complicación y si se trató de un error o de una situación inevitable.

Nuin había ingresado al quirófano para una intervención programada, a la que asistió junto a su familia. Según el relato de su padre, el cirujano era de su confianza y el joven se preparaba para la operación con buen ánimo.

Hacía poco más de una hora de iniciada la cirugía, los médicos le informaron a la familia que la situación se había complicado en el momento en el que se extraía el segundo injerto, que debían reanimarlo y, finalmente, anunciaron su muerte. La familia sospecha de un posible error del anestesista y piden que se haga justicia.