Mundial 2014
«La Roja», en el mercado
El futuro de los internacionales condiciona la convivencia de la Selección
«No sé lo que pasará con mi futuro», dice Pedro. «A día de hoy no sé nada, estoy tranquilo porque estoy concentrado en la Selección pensando en el Mundial, que es lo importante. Cuando tenga que decidir algo hablaré con el club y veremos lo que va a pasar», añade el internacional, que deja dudas sobre su continuidad en el Barcelona. Los Mundiales son épocas de cambio para los futbolistas. Los hay que esperan a hacer un gran torneo para buscar un futuro. Otros, como los futbolistas de la Selección, no necesitan esperar a hacer un buen campeonato para que les lleguen las ofertas. David Villa fichó por el Barcelona durante el pasado Mundial y ahora ha aprovechado la concentración en Washington para fichar por dos equipos. Hace unos días confirmó que la próxima temporada competirá en el New York City. Pero el nuevo equipo de la liga estadounidense, propiedad del Manchester City y los New York Yankees, de béisbol, no comienza a competir hasta marzo. Por eso, el internacional español jugará cedido la primera parte de la temporada en el Melbourne City, otro de los equipos tutelados por el club inglés.
«Desde el punto de vista futbolístico se trata de una gran oportunidad de jugar en una liga nueva y en un país diferente y, por supuesto, será ideal estar expuesto al fútbol competitivo en el periodo previo al MLS», afirma el máximo goleador de la historia de «La Roja». «Estoy seguro de que jugar para el Melbourne City será una experiencia maravillosa», añade. Villa es un futbolista en el final de su carrera y sus decisiones de futuro no afectan al trabajo diario de la Selección. Pero hay otros, como Diego Costa o Cesc, que viven pendientes de su futuro. El hispanobrasileño está cerca de cerrar su marcha al Chelsea. Sólo falta que el club inglés deposite el importe de su cláusula de rescisión. Es una decisión que tiene tomada desde hace un tiempo y que no influye en su preparación para el Mundial. Le preocupa más la recuperación completa de su lesión muscular.
El futuro de Cesc es un asunto diferente. El centrocampista no es feliz en el Barcelona y el miércoles recibió el apoyo de su amigo Gerard Piqué, al que también se le escapó ante un micrófono que creía que estaba cerrado que la marcha de Fábregas es segura. «Lo tiene hecho por 33 millones. Me lo ha dicho él», le comentó a Vicente del Bosque.
Los jugadores opinan también sobre el futuro de sus compañeros, aunque no acostumbran a ser tan claros como Piqué. «Cesc ha sido uno de los mejores jugadores de la Premier cuando ha estado allí. Va a aportar mucho fútbol, control de pelota, llegada, goles. Si se siente importante y se siente un líder, puede tirar del equipo, ya lo demostró en el Arsenal. Es un jugador que el Chelsea hoy no tiene», asegura Torres en una entrevista concedida a uno de los patrocinadores de la Selección.
Azpilicueta, como Torres, también quiere a Cesc en el Chelsea. «Es un jugador especial que muy pocos equipos tienen, ese tipo de centrocampista con muy buena visión de juego que además tiene una gran llegada. Ahí están sus números, los goles que ha marcado, cómo se adapta a varias posiciones. A día de hoy es un perfil de jugador que en el Chelsea no tenemos», afirma.
Koke es otro de los futbolistas que llama la atención a los equipos poderosos. El Barcelona lo sigue, pero él quiere continuar en el Atlético y el presidente, Enrique Cerezo, ya ha advertido de que es «el jugador franquicia» del club. El Atlético no lo vende y él tampoco quiere marcharse del Atlético, el equipo en el que ha crecido y en el que siempre ha querido jugar.
Xavi tiene una conversación pendiente con Luis Enrique para conocer su función en el Barcelona la próxima temporada. Si se va, no sería para competir con su club de toda la vida. Las opciones son el New York City, como Villa, o el fútbol árabe. Casillas sí quiere competir y la garantía o no de poder hacerlo es lo que le lleva a dudar de su futuro madridista.
Estos movimientos no preocupan al seleccionador, que está acostumbrado al mercado que se organiza en torno al equipo nacional en las fases finales de todos los grandes torneos. «No afecta a la preparación de la Selección. Yo no noto nada que pueda alterar la marcha del equipo», dijo ayer en una entrevista concedida a Radio Marca. «Es lo normal a estas alturas de la temporada», añadió.
En el pasado Mundial, Villa se marchaba al Barcelona y en la Eurocopa, Jordi Alba. El anuncio se hizo después de la semifinal en Kiev, en el día de descanso de los futbolistas, que «invadieron» el hotel de la prensa porque allí se alojaban también sus familiares. La atención que se le prestó al lateral de la Selección no impidió que España goleara a Italia en la final (4-0) y que Alba marcara el segundo tanto del partido.
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