Liverpool
Mordisco de la FIFA a Luis Suárez
Iba a ser el Mundial de Luis Suárez y sí que lo ha sido, aunque quizá no de la manera que se esperaba. Lo que ha hecho hasta ahora es todo lo que hará en este campeonato y en los nueve encuentros siguientes de la selección uruguaya.
Iba a ser el Mundial de Luis Suárez y sí que lo ha sido, aunque quizá no de la manera que se esperaba. Lo que ha hecho hasta ahora es todo lo que hará en este campeonato y en los nueve encuentros siguientes de la selección uruguaya. Ayer la FIFA sacó su lado más represivo y castigó al delantero con una dureza que supera a otras ocasiones: 9 partidos con su selección y cuatro meses sin poder jugar al fútbol. Todo indicaba que en Brasil se iba a aclarar el futuro del futbolista del Liverpool, que iba a ser el fichaje del verano, pero su mordisco a Chiellini y la sanción han enturbiado todo. Se había hablado de que el Real Madrid y últimamente el Barcelona le pretendían. Ahora, puede que los grandes clubes europeos se lo piensen antes de pagar los casi cien millones que cuesta un delantero que se va a perder los dos primeros meses de la temporada y que no está claro en qué momento se le van a cruzar los cables y va a pegar un mordisco al contrario. Lo de Chiellini es la tercera vez. En los dos anteriores había sumado diecisiete partidos de sanción. No le corrigieron su ansia de clavar los dientes en la carne de un rival.
Mordió cuando estaba en el Ajax, lo ha hecho como futbolista del Liverpool y por último como jugador de Uruguay, que mañana se enfrenta a Colombia y tiene que prescindir de su mejor hombre. Al final, como se perdió el primer encuentro por lesión, sólo ha jugado dos partidos de los cuatro. «En la pasión que pone, cuando las cosas no le salen, en un segundo se le puede saltar la cadena», aseguraba Perdomo, su entrenador en el Nacional, en un reportaje de Leonardo Haberkon para la revista «Bla». Así ha perjudicado a su país, pero ayer le defendía. «Para las jugadas dentro de campo, la FIFA tiene en cuenta cada vez mas la tecnología, y parece correcto, y para un fallo y una decisión tan dura se actúa por convicción, sin imágenes. Es muy preocupante», afirmaba a Efe Roberto Pastoriza, de la Asociación Uruguaya de Fútbol y miembro de la delegación del equipo en Brasil. En Uruguay, nadie ha quedado indiferente. Mónica Xavier, política de Frente Amplio, aseguró en Twitter: «Inglaterra e Italia no perdonaron lo que les pasó en la cancha y Brasil tiembla con la Celeste en sus canchas» y que lo que ocurre con el jugador es «un linchamiento del s. XXI».
Es verdad que ha sorprendido la dureza de la FIFA. «No se puede tolerar este tipo de comportamiento en un terreno de juego, especialmente durante la Copa Mundial de la FIFA, cuando millones de personas tienen la vista puesta en los jugadores. La Comisión Disciplinaria ha tenido en cuenta todos los elementos del caso y el grado de culpabilidad de Luis Suárez de acuerdo con lo estipulado en el Código Disciplinario. La decisión ha entrado en vigor en el momento en el que se ha comunicado», explicaba Claudio Sulser, presidente de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, en la página web de la organización. El Liverpool, donde juega actualmente el futbolista, no quiso hacer ninguna declaración hasta que tenga «tiempo de analizar el informe».
La historia de Luis Suárez es la del futbolista que salió de la pobreza y que con su convicción y talento se convirtió en una estrella mundial. Cuando su novia se marchó a Europa, a él se le metió en la cabeza que tenía que cruzar el Atlántico. Le fichó el Groningen en Holanda, después el Ajax, más tarde el Liverpool; el futuro que le espera sólo puede ser mejor. Pero al igual que juega siempre al límite, sin importar el escenario o el rival, también actúa de manera inconsciente, sin pararse a pensar en las consecuencias. A los 15 años, en los filiales del Nacional agredió a un árbitro; en Inglaterra fue sancionado con ocho partidos por insultos racistas a Evra. De todo se ha arrepentido después. Cuando era un niño, se rebelaba en las categorías inferiores del Nacional y se iba de fiesta y se olvidaba del fútbol, su hermano mayor le dio una reprimenda: «¿Querés arruinar tu carrera como yo arruiné la mía?».
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