Empezó a jugar al fútbol en casa de sus padres con su hermano Álex, que ahora juega en el Elche, y del que Nacho sigue pensando que es mejor que él.

Nacho Fernández (Madrid, 1990) intenta hacerse con un sitio propio en el Real Madrid y en la Selección mientras apura las últimas asignaturas en la Universidad. Le quedan dos para licenciarse en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, lo que antes se llamaba INEF. Un futbolista que sabe que el deporte se acaba y que se entrena para la «vida civil» ejerciendo como persona normal.

–Futbolistas como Mata o usted parecen una rareza por preocuparse por cosas ajenas al fútbol.

–En mi casa desde el primer día no me dejaron otra opción. Primero era acabar el colegio, luego hacer la selectividad y estudiar una carrera. Tengo la suerte de tener a mis padres, que siempre me han tenido muy centradito toda la vida y ahora yo se lo agradezco para, cuando acabe el fútbol, tener otras aspiraciones.

–Su hermano, Álex, también es futbolista. Cuando eran pequeños ¿quién hacía de portero?

–Pues la verdad es que yo. Me gustaba bastante, pero como al final estábamos los dos todo el día jugando y rompiendo cosas en mi casa, nos íbamos intercambiando.

–¿Echa de menos tenerlo al lado?

–Mucho. Cuando se va de casa es difícil, pero sabíamos que tarde o temprano alguno de los dos se tenía que ir. Tuvimos la suerte –porque es muy difícil que dos hermanos jueguen en el mismo equipo– de jugar en el Castilla, en un gran año, además, porque conseguimos subir. Esos años, para mí, son de los mejores que he vivido en el Real Madrid.

–Álex se fue del Madrid. ¿Qué le aconseja a usted ahora?

–Mi hermano, siendo madridista también, lógicamente me dice que me tire aquí toda la vida. Siempre lo digo, mi objetivo también es estar en el Real Madrid toda la vida, pero si hay un año que no puede ser, no puede ser. A día de hoy, yo soy feliz aquí. Mi hermano es feliz de que esté aquí y toda mi familia también.

–Hace poco decía que en algún momento querría jugar más de 15 partidos. ¿Ese momento ha llegado ya?

–Tampoco voy a engañar. No voy a estar toda la vida jugando 15 partidos porque es la realidad. Mi objetivo es ser titular algún día en el Real Madrid. Cuanto antes sea, mejor. Si no llega ese momento pensaré otras cosas, no sé qué pasará. Pero a día de hoy estoy feliz en el Real Madrid. Mi único objetivo es intentar ser titular en el Real Madrid, no en otro club. Donde soy feliz es aquí.

–Con menos paciencia, ¿ya hubiera salido?

–Pues a lo mejor sí. Pero te puedo asegurar que paciente soy bastante. Además, soy una persona tranquila. Desde la tranquilidad trabajo, desde la tranquilidad pienso las cosas y no me vuelvo loco con las cosas que pasan.

–¿Está en su mejor momento?

–Lo dije el otro día, me encuentro bien, me encuentro muy cómodo jugando. Estoy intentando aprovechar esas oportunidades y peleando, como llevo haciéndolo muchos años, por ponérselo más difícil al míster todavía.

–Usted nunca se ha lesionado. ¿Eso es suerte o es preparación?

–No sé, no sé –toca madera y se ríe–. Puede ser suerte, pero lo que está en mi mano que es cuidarme, la alimentación, estar en casa cuando tienes que estar en casa, ese tipo de cosas que dependen de mí puedo asegurar que las hago. Pero en cualquier entrenamiento o en cualquier partido estás expuesto a que una patada o un golpe te puedan lesionar.

–¿Ese grupo que forman los que ganaron la Eurocopa sub’21 con Lopetegui puede ser tan importante para la Selección como el que ganó el Mundial sub’20 con Casillas y Xavi?

–Yo firmaba que el grupo que ganamos la Eurocopa sub’21 repitiéramos lo mismo con la absoluta. Es una buena base. Ese año con Lopetegui teníamos una Selección que era espectacular. Parecía que salías a los partidos e ibas a ganar sí o sí. Ojalá eso se vuelva a repetir. Sabemos que en la absoluta todo es más complicado. Ellos dejan un legado importante y una buena responsabilidad para todos nosotros. Es que es tan difícil volver a conseguir eso [ganar dos Eurocopas y un Mundial de manera consecutiva], pero con estos grandes jugadores intentaremos hacer las cosas bien.

–Al defender en el Real Madrid ¿se siente más solo?

–En el Madrid nos gusta atacar mucho, usamos mucho los contragolpes y hay veces que la defensa está expuesta a que te puedan crear un contragolpe, pero estamos acostumbrados. Los defensas del Real Madrid siempre tienen que ser rápidos para evitar esas cosas y trabajar para ello.

–Al ser joven, ¿le cuesta dar una voz en el campo?

–Yo no tengo problema, a lo mejor porque siendo defensa tienes esos galones y ves todo el campo desde atrás para pegar una voz a cualquier jugador. Las voces no significan que estés echando en cara nada a un compañero. Son importantes. Hay que pegar cuantas más voces, mejor para evitar cualquier acción negativa.

–¿Se ha enfadado alguna vez?

–Soy un jugador tranquilo, como soy fuera del campo. Pero los partidos los vivo con mucha tensión y mucha concentración. Si el partido no va bien, a lo mejor me hace alterarme un poco, pero siempre desde la tranquilidad.

–Cuando jugaba con su hermano ¿pensaba en marcar un gol como el que logró ante la Cultural?

–Alguno le he metido en casa. Ese día me fui muy contento por el partido y sobre todo por el gol porque un defensa no marca goles así todos los días.