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Nadal revienta a Tsitsipas y jugará la final del Abierto de Australia

Rafa alcanza su quinta final del Abierto de Australia. Nunca necesitó menos tiempo en pista, 12 horas y 11 minutos, para luchar por el título en un «Grande»

Rafa Nadal tras vencer a Tsitsipas
Rafa Nadal tras vencer a Tsitsipaslarazon

El tenista español Rafael Nadal arrolla a Tsitsipas y se convierte en finalista del Open de Australia.

La enésima reaparición a lo grande de Nadal ha sido en Melbourne. Rafa atropelló a Tsitsipas en la semifinal del Abierto de Australia, acabó con el griego en tres sets (6-2, 6-4 y 6-0 en una hora y 46 minutos) y disputará el domingo su quinta final del primer «Major» del año. Su rival saldrá del partido que mañana medirá a Novak Djokovic con el francés Lucas Pouille. El torneo de Nadal resulta espectacular y da igual desde el ángulo que se mire. Nunca llegó a la final de un «Grand Slam» estando menos tiempo en pista. Apenas ha superado las 12 horas de juego (12horas y 11 minutos) y es que no ha cedido un sólo set. Seis partidos y 18 sets. Y un saque extraordinario. Y una derecha que corre como en sus mejores momentos. Y un estado físico sin grietas. Tsitsipas, uno de los valores más destacados de la «Netx Gen», la Nueva Generación que tanto vende la ATP, fue atropellado por el mejor Nadal. «He hecho una buena preparación para este torneo a pesar de que no pudiera disputar el torneo de Brisbane y por eso quiero agradecer a mi equipo el trabajo que ha hecho para ayudarme a estar aquí», admitió el número dos del mundo tras la victoria.

Diez años después de levantar el trofeo en Melbourne, Nadal perseguirá el domingo convertirse en el único jugador de la historia capaz de levantar en al menos dos ocasiones todos los «Grand Slam». Después de aquella victoria en 2009 ante Federer llegaron otras tres finales. En 2012, Djokovic se impuso en la final interminable; en 2014, Wawrinka se aprovechó de sus problemas de espalda y en 2017, Federer se llevó otro partido tremendo a cinco sets.

Rafa ha alcanzado la final sin pelear con ningún «top 10», pero el nivel de su tenis no admite dudas. Su saque ha estado a un nivel nunca visto. Las innovaciones, impulsadas por él mismo, han dado resultado y de qué manera. Sólo ha sufrido dos breaks en todo el torneo y fueron en el partido ante Duckworth cuando todo estaba controlado. La historia se repitió ante Tsitsipas. El griego «disfrutó» de una bola de ruptura con 5-0 en contra en el tercer set. Las cifras de Rafa con el saque fueron escandalosas. Llegaba a la semifinal habiendo ganado más del 80 por ciento de los puntos con primer saque y el 55 con el segundo. Lo mejoró. Se disparó hasta el 85 y el 71, respectivamente. Imposible responder a ese nivel de fiabilidad con el servicio.

El primer set fue un monólogo de Rafa. En el tercer juego aprovechó la primera ocasión de ruptura. Fue en el tercer juego. Repitió en el séptimo. Dio igual que Tsitsipas probara a cambiar sus zapatillas, tratase de alterar el ritmo... Nadal fue una máquina perfecta. Con el saque, desde el fondo de la pista, en las aproximaciones a la red... Tsitsipas pasó por el vestuario y logró rehacerse en el arranque del segundo set, pero apenas fueron 20 minutos de una igualdad aparente. La apisonadora de Nadal se reactivó de inmediato y empezó a encadenar juegos sin cesar. Se apuntó el segundo set y al griego apenas le quedaban ya gestos de desesperación. Del tenis que le había llevado hasta la semifinal no había ni rastro. Su saque estaba desactivado; el revés a una mano era una invitación para los «winners» de Rafa; la frescura de su juego se quedó en cuartos y Rafa cerró el partido con una autoridad que le acerca a su decimooctavo «Grand Slam»

La final femenina medirá a la japonesa Naomi Osaka con la checa Petra Kvitova. La nipona se deshizo en tres sets de otra checa, Karolina Pliskova, por 6-2, 4-6 y 6-4 en una hora y cincuenta minutos. Osaka, campeona del último Abierto de Estados Unidos, podría convertirse en la nueva número uno del mundo en caso de levantar su segundo «Grande». Kvitova superó a la estadounidense Danielle Collins por 7-6 (7/2) y 6-0 con lo que culmina una extraordinaria historia de superación después de ser asaltada y apuñalada en su domicilio en diciembre de 2016. La zurda dos veces campeona de Wimbledon vio cómo su carrera estaba en peligro después de las lesiones que sufrió en los tendones de su mano izquierda durante el asalto a su casa. La recuperación ha sido perfecta y ha alcanzado la final en Australia sin ceder un sólo set.