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Nadal se hace todavía más grande en Roland Garros ante Federer

El español buscará su duódecimo título en París tras superar al suizo por 6-3, 6-4 y 6-2

Nadal celebra uno de los puntos de la semifinal ante Federer. Foto: Reuters
Nadal celebra uno de los puntos de la semifinal ante Federer. Foto: Reuterslarazon

Nadal buscará el domingo su duodécimo título en Roland Garros en su duodécima final. ¡¡¡Doce veces peleando por la victoria en París!!! Tremendo.

Nadal buscará el domingo su duodécimo título en Roland Garros en su duodécima final. ¡¡¡Doce veces peleando por la victoria en París y con la firme posibilidad de alcanzar el título número doce!!! Tremendo. El penúltimo capítulo de semejante barbaridad se vivió ante Roger Federer. El suizo volvió a ser la víctima de Rafa en París, pero la semifinal tuvo muy poco que ver con los precedentes entre ambos en Roland Garros. Es cierto que fueron tres sets. Que Rafa resolvió la semifinal por 6-3, 6-4 y 6-2 en dos horas y 26 minutos. Pero Federer fue más atrevido y agresivo que nunca.Y la respuesta de Nadal fue tan sólida y tan inabordable como siempre.

En la Philippe Chatrier hubo un invitado que nadie quería, el viento. Intenso, racheado, siempre incómodo. Formaba pequeños tornados, se movían las camisetas, se movía el pelo, la bola se descontrolaba, había parones entre puntos a la espera de que cesara el huracán... Adaptarse era imposible. Se trataba de ignorarlo y que los errores provocados por el viento no lastraran el resto de puntos. Rafa dio el primer paso, aunque necesitara ocho minutos y tuviera que salvar una bola de break para apuntarse el primer juego. En el primer saque del suizo aprovechó su tercera pelota de ruptura para cobrar ventaja y encarriló el primer set pese al viento. El plan de Federer no tenía misterios y si iba por detrás en el marcador estaba obligado a llevarlo al extremo. Ataque, ataque y más ataque. Debía ser lo más vertical posible, acortar los puntos y apostar, a la mínima oportunidad, por el saque-red. Así igualó la ruptura y en el quinto juego se dispuso a sacar para igualar a tres. Rafa le volvió a llevar al límite. ¿La respuesta? Federer salvó cinco bolas de break, pero cedió en la sexta. Ante la versión más ofensiva del suizo estaba el mejor Nadal. El que devuelve bolas imposibles; el que convierte golpes defensivos en ganadores; el que grita «Vamos» en los momentos críticos. Y así en el noveno juego y después de 54 minutos, con un revés cruzado a dos manos, se apuntó el primer set por 6-3.

El suizo asegura que volvió a la tierra batida para intentar derrotar a Nadal. Y su arranque de segundo set fue rotundo. Logró un break en el segundo juego y cuando servía para confirmar la ruptura reapareció Rafa. Salvado el 0-3 y el partido se equilibró a un nivel salvaje. Y si lo hizo fue porque Federer tenía muy poco que ver con el jugador apocado de anteriores ediciones ante Rafa en París. En las finales de 2006, 2007, 2008 y 2011, el suizo estuvo lejos de competir. En el segundo set lo hizo con una voracidad tremenda. Y a eso respondió Nadal con el tenis que le ha hecho único sobre tierra batida. Ofreciendo recursos que nadie más tiene en situaciones imposibles. Salvó el 3-0 y en el noveno juego levantó un 40-0, logró un break y Federer tuvo que asumir la realidad. Su nuevo tenis, el que le ha devuelto hasta las semifinales en París, no es suficiente para detener a Rafa.

A Federer le quedaba poco a lo que agarrarse. Y eso que nadie ha remontado un 2-0 más veces que él en un Grand Slam, pero claro en ninguna de esas remontadas estaba enfrente Nadal en París. Las subidas a la red adquirieron un matiz desesperado. Rafa empezó a mandar en los intercambios con autoridad. Ya no llegaban los golpes ganadores del suizo y el español seguía a lo suyo como un martillo pilón. Como en 2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018...