¡Ojo con correr al vestuario!: la ciencia establece cuándo hay ducharse después de entrenar

Si eres de lo que sales corriendo a la ducha nada más terminar tu entreno, lo está haciendo mal. Y si eres de los que hace decenas de tareas alargando el tiempo entre el ejercicio y la ducha, también. Diversas investigaciones han cuantificado el tiempo ideal que debe transcurrir entre tu entrenamiento y colocarte bajo el agua.

Hemos entrenado arduamente, estamos sudando, sentimos mucho calor, y lo que más deseamos es una ducha para refrescarnos. Pero, ¿Es buena idea? Diversas investigaciones científicas y expertos en Fitness mantienen que ducharse justo después de entrenar es malo y que puede causarnos daño. ¿Es obligatorio ducharse después de entrenar? Rotundamente sí, pero es fundamental tener en cuenta el momento ideal para hacerlo.

El tiempo de espera ideal

Cuando entrenamos nuestra temperatura corporal aumenta, y para regularla nuestro cuerpo empieza a sudar. Cuanto más intenso sea el trabajo que hemos realizado más subirá nuestra temperatura y más sudaremos. Ante esta situación una buena ducha se vuelve muy apetecible, pero no nos debemos precipitar. Si nos metemos en la ducha demasiado pronto lo más probable es que sigamos sudando después de habernos duchado porque nuestro cuerpo no ha terminado de enfriarse y si esperas demasiado y el ambiente no es cálido puedes correr el riesgo de resfriarte.

Ducharnos es necesario porque podríamos contraer infecciones y causar algún tipo de problema a nuestra salud. Debes eliminar de tu piel las toxinas que liberamos al hacer ejercicio y si la retrasamos durante mucho tiempo podemos sufrir irritaciones en nuestra piel y que nos salgan espinillas y erupciones. Pero es fundamental que tu cuerpo vuelva a su temperatura corporal normal por lo que diferentes investigaciones han establecido el tiempo ideal entre los 15 minutos, si el ejercicio es suave o los 30, que en opinión de los expertos es lo más adecuado. Por ello, desde la medicina deportiva recomiendan estirar y recuperar nuestro ritmo cardíaco antes de colocarnos bajo el agua.

¿Agua fría o caliente?

Otra de las dudas es la temperatura ideal del agua y en esto también el influye el tiempo de espera. Si te quieres bañar con agua fría, es indispensable esperar esos 30 minutos recomendado. Si no tienes tanto tiempo y tienes que bañarte rápido, entonces comienza bañándote con agua tibia, y progresivamente cambia al agua fría o directamente hazlo con agua caliente.

Debes saber que ducharte con agua fría después de entrenar tienen innumerables beneficios. En el deporte de élite es una práctica común ya que ayuda a disminuir la inflamación de los músculos; promueve la reducción de dolor por posibles lesiones, golpes, o simplemente el dolor post-entrenamiento; facilita la pérdida de grasa; y ayuda con el proceso de recuperación. Además, el enfriamiento del cuerpo te hará sentir más calmado, fresco y recuperado, pero sin disminuir la energía y vitalidad que traes de la actividad física.

En este sentido, un estudio de 2019 publicado en The Journal of Strength and Conditioning Research, demostró que ducharse con agua fría después de entrenar favorece una recuperación más rápida de la frecuencia cardiaca y no ayuda a adelgazar.