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Otro año de sombras en el Barça

Bartomeu y Luis Enrique atraviesan malos momentos
Bartomeu y Luis Enrique atraviesan malos momentoslarazon

El entorno social exige elecciones a Bartomeu y Luis Enrique aún no despeja dudas sobre el césped

El Barcelona cierra un año convulso, salpicado de guerras internas, líos judiciales, batallas jurídicas y económicas bajo sospecha de muy difícil justificación, con un presidente (Sandro Rosell) que tuvo que dimitir y con un futuro incierto en el 2015 con muchos frentes abiertos.

El club está abocado a unas elecciones que demanda la masa social culé, aunque Bartomeu, el presidente que sustituyó al electo Sandro Rosell, se resiste a adelantarlas. De hecho, ya está actuando en clave electoral con movimientos y cambios internos para rodearse de gente de su confianza. Le queda el «grano» de Zubizarreta, que sigue siendo el director deportivo del club, pero del que ya es un secreto a voces que ha perdido toda la confianza tras sus continuos fracasos.

ZUBI, ¿QUIÉN ES DOUGLAS?

La bronca que el público del Camp Nou les dedicó a ambos cuando aparecieron en los videomarcadores el día del homenaje a Messi reflejó bien a las claras el rechazo general que los dos provocan en un amplio sector de la afición. De hecho, el propio Bartomeu desconfía ya de Zubi y sabe también que si es capaz de sostenerse contra el viento que exige elecciones antes de 2016, presentarse con este director deportivo sería una pesada carga, un lastre. Ese ya mítico grito de «Zubi, ¿quién es Douglas?» queda como sentencia tan jocosa como significativa del año.

A REMOLQUE DEL LÍDER

Los resultados del equipo sobre el terreno de juego serán también factor determinante en este año de sombras que se presenta en clave azulgrana. Luis Enrique no acaba de dar con la tecla, hace continuos cambios de tácticas y alineaciones y tras caer en el Bernabéu ahora sigue la estela del líder, un Madrid sólido cuyos resultados y juego mortifican a la hinchada blaugrana.

Bien es cierto que el técnico asturiano, poco manejable, no cuenta con el apoyo mediático de la mayoría de la prensa local, mayoritariamente «guardiolista» y con la que ya ha tenido algunos rifirrafes dialécticos.

Todo esto, amén de los asuntos judiciales pendientes, y el incierto futuro de Messi, que cada vez parece más alejado de esta junta, abren otro año que apunta a problemático, difícil y con muchas sombras. ¿Un año de adelanto electoral? No quiere dar el paso, pero es posible que Bartomeu tenga que dar su brazo a torcer si la justificada presión social sigue apretando. Cuestión de tiempo.