Baloncesto
Pablo Laso: «Uno se puede divertir en la ''Final Four''»
Entrenador del real madrid
Pablo Laso (13-10-1967, Vitoria) transmite tranquilidad y ambición antes del fin de semana que el madridismo aspira a que sea el de la «Novena».
–¿No son 18 años muchos sin que el Madrid gane la Euroliga?
–Éste es un club que está acostumbrado siempre a ganar y sí es mucho tiempo, pero también lo sería si la hubiéramos ganado hace diez o hace cinco. Ahora estamos donde queríamos y nuestra idea en Londres es ganar la Copa de Europa.
–¿Es una responsabilidad especial en la búsqueda de la «Novena» el adiós a la «Décima» en fútbol?
–Creo que no, la responsabilidad aquí es diaria. Los dos equipos ganamos la Supercopa y nosotros, porque voy a hablar de baloncesto, hemos ido creciendo. Creo que generamos confianza por nuestra trayectoria, el trabajo y nuestro juego, y eso que el Madrid siempre está en el ojo del huracán. Ahora estamos cerca de conseguir algo que sería muy importante.
–Se parecen en algo las sensaciones que tenía como jugador en las vísperas de la «Final Four» de 1996 a las que tiene ahora.
–No, son muy diferentes. Como jugador estaba centrado en llegar mental y físicamente bien. Ahora me preocupa el qué transmitir al equipo, cómo preparar el partido y estar pendiente de todo.
–Cuando ve a un jugador como Llull no piensa aquello de «si yo hubiera tenido la mitad de físico que tiene este»...
–Probablemente sí. Pero también pensaría que si hubiera tenido la calidad de pase del «Chacho», la constancia en el juego de Draper... Ahora lo que intento es transmitir a los jugadores las cosas que les pueden hacer mejores, independientemente del puesto. Pero sin querer cambiarles, eso lo tengo muy claro. No sería un buen entrenador si quisiera cambiar a los jugadores.
–Después de casi dos años en el Madrid, ¿de qué se siente más orgulloso?
–No soy mucho de presumir, pero creo que hemos hecho muchas cosas bien. A mi llegada existía la sensación de que se había perdido la conexión con la afición y eso lo hemos recuperado. El aficionado reconoce a su equipo. En el Palacio vuelve a haber un gran ambiente. También ha vuelto la conexión con las categorías inferiores, tenemos una identidad y los jugadores saben qué significa llevar esta camiseta.
–Al equipo no se le conoce como el Madrid de Rudy o el Madrid de Llull, si no como el Madrid de Laso...
–Eso no sé si es bueno o es malo. En este Madrid la palabra equipo está por encima de todo. Hemos tenido dificultades, lesiones, jugamos 80 partidos... pero siempre hemos pensado en el equipo. Creo que tengo 13 estrellas y que éste podría ser el equipo de cada uno de ellos, muy por encima del equipo de Laso.
–Tiene que resultar agradable que muchos que no son madridistas aseguren que su equipo hace un baloncesto divertido...
–Era otra de las cosas que perseguíamos. Recuerdo cuando jugamos contra el Bamberg, en el «Top 16», uno de los ayudantes, al que yo conocía, me felicitó y me dijo: «Éste sí es el Madrid». Esa frase tan corta dicha por el ayudante de un equipo alemán te produce mucha más satisfacción que la victoria. Ganar es importante, pero nosotros queríamos transmitir algo y lo estamos logrando...
–¿Se puede uno divertir en una «Final Four»?
–Creo que sí. Cuando corres una maratón parece que sólo disfrutas cuando cruzas la meta y en deporte es más importante disfrutar el camino. Yo disfruto del baloncesto y disfruto de mi trabajo.
–Aunque no había llegado todavía al club, parece que el equipo llega mucho mejor a cómo lo hizo hace dos años a Barcelona.
–Yo entrenaba en San Sebastián y las sensaciones que se pueden tener sobre un equipo desde fuera, como era en aquel momento, nunca son reales. Lo que yo veía como entrenador del Lagun Aro es que habían tenido muchos altibajos y que no sabían si llegaban bien o mal.
–El reto de Londres no suena a última oportunidad...
–Mi manera de trabajar, y es difícil en un entrenador decir esto porque vive y muere por los resultados, es pensar más allá. Trabajo para un equipo, pero trabajo para un club que debe tener un proyecto, una idea de lo que quiere ser. Sé que el partido de mañana (por hoy) es clave, pero mi idea es ir más allá. El trabajo no debe ser ganar y ya está, hay que pensar en el legado, en lo que dejas.
–Si le hubieran dado a elegir, ¿hubiera escogido al Barça?
–Después de casi 30 partidos, en Londres estamos los cuatro mejores, los que teníamos que estar. No me caben dudas. A partir de ahí, ¿qué equipo es mejor? Hablar de favoritos... El mejor ejemplo es lo que pasó el año pasado.
–De las conclusiones que sacaron de la derrota en la Copa, ¿cuáles se pueden trasladar a la semifinal?
–Cada partido es diferente. No tendrá que ver con lo de la Copa. Nos conocemos mucho y decidirán los detalles. Somos difíciles de batir y la confianza que tenemos ahora nos permite sacar partidos en los que no jugamos muy bien.
–¿Es tan importante la baja de Mickeal como parece?
–Mickeal es muy importante, pero nadie habla de que nosotros hemos perdido a Pocius.
–El presidente les dijo tras ganar la Copa en el Sant Jordi que tocaba ganar la Liga. ¿Les ha dicho algo antes de la «Final Four»?
–Después de ganar al Barça en Liga, Florentino nos dijo que estaba bien, pero que cuando había que ganar era en Londres. Esto va en el ADN del club y su presidente lo tiene. Él siempre transmite fuerza y voluntad ganadora.
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