Chelsea-Real Madrid
El paradón de Courtois que vale como un gol
El guardameta del Real Madrid, otra vez decisivo, le niega un gol a Cucurella que pudo cambiarlo todo. «Thibaut estaba ahí para salvarnos», decía Rodrygo tras la victoria ante el Chelsea
Hay algunas cosas que se repiten en cada partido que gana el Real Madrid: los goles de Benzema y Vinicius, las asistencias de alguno de los dos o de Rodrygo y las paradas de Courtois. En los días en los que el equipo sufre e incluso en los que no lo pasa mal, siempre aparece el belga para aportar lo suyo en los éxitos. Es un gigante casi infalible en las últimas temporadas, después de un comienzo en el Madrid que le costó más de la cuenta. Tardó en adaptarse, pero desde que lo hizo se disparó a lo más alto del ranking mundial de porteros.
En Stamford Bridge se hizo enorme ante Cucurella para protagonizar su paradón de cada día. Se lanzó a los pies del futbolista español para ponerle por delante sus dos metros de altura en forma de muro imposible de superar. El ex del Getafe controló la pelota en vez de rematar de primeras y cuando chutó ya se le había hecho de noche. Sacó el balón a córner Thibaut y la importancia de la parada se resume en la reacción de sus compañeros, que fueron la mayoría a abrazarlo y felicitarle por lo que acababa de hacer. Es una de esas paradas de valor gol, porque en el descuento del primer tiempo encajar un tanto lo puede cambiar todo. Paró la difícil que tuvo, las de nivel medio y hasta las fáciles, descolgando con mucha autoridad los centros al área de los jugadores del Chelsea.
El belga fue el portero con más paradas realizadas en la Champions pasada, la que terminó siendo la Decimocuarta, con 61, veinte más que el segundo en esa clasificación, que fue Rulli, del Villarreal.
Este curso, antes del partido de vuelta de semifinales, estaba sexto en esa tabla con 29 paradas, pero con las seis que hizo en Londres se va a poner segundo con 35, empatado con el portero de Brujas: Mignolet.
«Ellos pudieron meter en el primer tiempo, pero Thibaut estaba ahí como siempre para salvarnos», decía Rodrygo, el mejor del encuentro junto a Valverde, que reconocía lo que había hecho su compañero antes de que el Madrid encontrara los goles. Lo mismo que hizo el guardameta belga en el partido de ida, y en la final de París, donde ganó el curso pasado su primera Liga de Campeones. Allí también se encargó él de comenzar el trabajo para que después lo terminaran los delanteros. «Su parada ha sido clave en el encuentro. Nos permitió mantener el empate tras una primera parte en la que sufrimos por la izquierda. Después, en la segunda, lo arreglamos e hicimos dos goles estupendos, confirmaba Ancelotti.
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