La particular crisis de la Liga saudí

Después de que el verano pasado la Liga de Arabia Saudí se convirtiera en una seria amenaza para las grandes competiciones continentales, el recientemente concluido mercado veraniego ha reubicado el peso de la principal competición del Golfo Pérsico en el fútbol mundial. La competición ha invertido este curso en fichajes 431 millones de dólares –casi 390 millones de euros–, una cantidad inferior a la de las grandes ligas europeos y una cifra que baja en más de un 50 por ciento el gasto realizado hace un año cuando ascendió a 790 millones, según un informe de la FIFA.

De los nombres referenciales en el fútbol europeo se ha pasado a jugadores de segunda fila. El fichaje más caro de la temporada se lo apuntó el Al-Ittihad, con la incorporación del francés Moussa Diaby, procedente del Aston Villa inglés, por unos 60 millones. Una gran inversión para volver a luchar por el título tras un fin de temporada frustrante para sus aficionados, a pesar de contar en sus filas con Benzema y N’Golo Kanté.

La segunda incorporación más cara del mercado saudí la realizó el Al Nasr de Cristiano Ronaldo, al contratar en el último día de mercado al defensa francés Mohamed Simakan del Leipzig alemán por unos 45 millones. El delantero inglés Ivan Toney fue el tercer fichaje más caro al ingresar en las filas del Al-Ahli por 42 millones de euros.

El Al Hilal, vigente campeón de la Liga Saudí y pese a que se incorporó más tarde al mercado, adquirió al brasileño Marcos Leonardo, del Benfica portugués, por 40 millones, y al lateral portugués Joao Cancelo, del Manchester City, por 25.

El equipo Al-Qadisiyah fue una de las sorpresas del mercado, al fichar a varios jugadores, encabezados por el ex del Real Madrid Nacho Fernández, el delantero gabonés Pierre-Emerick Aubameyang, el argentino Ezequiel Fernández del Boca Juniors, y el belga Koen Casteels, entre otros.

El podio de clubes que más han gastado en esta ventana de transferencias está liderado por el Al-Ittihad, con casi 123 millones de euros desembolsados en ocho jugadores. El segundo lugar lo ocupa el Al-Nasr con un gasto que alcanzó los 108,3 millones de euros. Y el tercer lugar fue para Al-Hilal, que gastó 93,9 millones de euros en jugadores, entre ellos el saudí Mutaib Al-Harbi, el más caro de la historia del club.

El resto de competiciones de la zona tienen un gasto mucho menor que el torneo saudí. En la Liga de Qatar, la inversión de los clubes ha sido muy inferior a la de sus homólogos de Arabia Saudí, y se quedó en 91,7 millones de euros. El Al-Sadd fue el dueño del fichaje más caro de este mercado, tras incorporar al mediocampista Mohamed Camara, procedente del Mónaco francés, por 16,5 millones de eurosí.

Entre los nombres destacados que se incorporaron a la liga del emirato se encuentran Joselu, que pasó del Real Madrid al Al-Gharafa, el centrocampista Luis Alberto procedente de la Lazio y el atacante Rafa Mujica, del Arouca portugués.

La tasa de gastos en la liga de Emiratos Árabes no superó los 30 millones de euros, y las operaciones más caras fueron el traspaso de Nabil Fekir del Real Betis al Al-Jazira, por cinco millones de euros, y el fichaje del delantero iraní Sardar Azmoun del Bayer Leverkusen al Shabab Al-Ahli, por la misma cantidad.