Hípica
Paula Carrascosa, un prodigio adolescente
Con 14 años es campeona de España en esquí e hípica y tiene una media académica de sobresaliente
Paula Carrascosa Sancha tiene 14 años y es una de las deportistas juveniles más prometedoras de España. Destaca en dos disciplinas tan exigentes como la hípica y el esquí.
Paula comenzó con el deporte de invierno a los seis años y desde su primera competición demostró que tenía talento natural, velocidad y precisión. No tardó en acumular victorias en competiciones nacionales e internacionales. Es múltiple campeona de España y se entrena en el Centro de Tecnificación de Aragón.
Su interés por los caballos fue más tardío. Su hermana Daniella era quien montaba a caballo en la familia. Con diez años Paula decidió probar con un poni y en menos de un año ya estaba subida a un caballo. Su progresión en la hípica ha sido tan notable como en el esquí.
Hace tres años en el Campeonato de España de Salto de Menores, en el CES Valencia, Paula logró el bronce por equipos. Un año más tarde, en Gijón, ganó el oro por equipos en categoría alevín y alcanzó el quinto puesto en la competición individual. Este año, de nuevo en la ciudad asturiana, Paula ha vuelto a subir al podio en el Campeonato de España por equipos y ha sido quinta individual en la categoría Infantil. A todo esto se suma el esquí. En la temporada 2022/2023 se proclamó campeona de España en Gigante y el pasado curso fue campeona de España tanto individual como por equipos en Gigante y Slalom.
Paula está obligada a realizar grandes sacrificios para compaginar sus dos pasiones. En invierno se traslada a vivir al Pirineo durante tres meses para entrenar y no toca el caballo. En cuanto finaliza sus compromisos en la nieve vuelve a la competición hípica. Cuando regresa a Madrid después del trimestre en el Pirineo, comienza a montar a las siete de la mañana, antes de ir al colegio. La rutina la permite mantener un equilibrio entre su educación y el deporte, algo que gestiona con brillantez porque su media académica es de sobresaliente.
Su vida está marcada por los viajes, cambios de residencia, madrugones y miles de kilómetros en coche o avión para poder competir. Después de la Copa de Naciones de Hagen el pasado junio, Paula y su padre viajaron en camión con los caballos hasta Lyon, donde la recogió su equipo de esquí para continuar con sus entrenamientos en Deux Alpes. Este nivel de compromiso no es sólo suyo, también del resto de la familia.
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