Opinión

¿Qué es la Eurocopa, la Euroliga de baloncesto?

Al mismo genio que inventó ese engendro del basket debió ficharlo la UEFA hace ocho años para ampliar la Eurocopa a veinticuatro selecciones.

Turquía celebra la victoria ante Georgia en la Eurocopa de 24 equipos
Turquía celebra la victoria ante Georgia en la Eurocopa de 24 equiposASSOCIATED PRESSAgencia AP

La Euroliga de baloncesto, creerán los incautos, es un torneo primaveral que se resuelve con una Final Four en la que participan el Real Madrid, a veces el Barça, frente a unos tipos altos y malencarados del Mediterráneo oriental, griegos, turcos e israelitas de Tel Aviv. Nada de eso. Se trata de una emboscada eterna con un centenar de equipos que se enfrentan todos contra todos en sistema de liguilla a cuádruple vuelta. Cuando empieza el colegio, juega el Mónaco en Bolonia; mientras compra en el Black Friday, el Zalgiris recibe al Skonto en la subdivisión báltica; el Día de los Enamorados, el Baskonia apura sus opciones en la remota cancha del Lokomotiv de Siberia…

Es un peñazo imposible de seguir, la dichosa Euroliga. Entre otras cosas, porque la empiezan seis docenas de equipos y, tras un millar de jornadas, seis docenas menos dos se clasifican para los playoffs. ¿Por qué demonios juegan varias veces por semana en horarios imposibles, ante aforos familiares y con difusión en televisoras clandestinas? Es un misterio, o quizá una línea de negocio que escapa a este opinante ignaro. Al mismo genio que inventó ese engendro debió ficharlo la UEFA hace ocho años para ampliar la Eurocopa a veinticuatro selecciones.

Con el Portugal-Chequia, terminó la primera jornada de un torneo en el que se celebrarán 36 partidos en doce días -un atracón de más de tres diarios- para eliminar a sólo ocho contendientes. En la cuarta de sus seis Eurocopas, la de 2016, Cristiano Ronaldo y sus compañeros triunfaron tras empatar los tres encuentros del grupo… ante Hungría, Austria e Islandia, y ganar sólo uno de sus siete partidos en los noventa minutos reglamentarios: dos prórrogas y unos penaltis en las eliminatorias.

Podrá aducirse que España en 2010 y Argentina en 2022 fueron campeonas del mundo tras perder el primer partido, de acuerdo, pero se recuperaron del tropiezo en una fase de grupos lógica tras la que la mitad de los contendientes regresaron a casa. En esta Eurocopa multitudinaria, todo lo que ocurra antes del sábado 29, inicio de los octavos, es pura filfa o engorde estadístico. A no ser que algún favorito cuqui meta la pata, más allá de que cuatro amiguetes eslovacos hagan la gesta de pasar ronda en detrimento de cuatro amiguetes georgianos. Por si a alguien que no sea natural de Bratislava ni vecino de Tiflis le interesa, digo.