Real Madrid
«Que todos se sientan imprescindibles»
El partido contra el Sporting demostró que Zidane cuenta con una plantilla con más de once titulares. El reto del técnico, como explica un «coach», es que los que no jueguen no se desanimen.
El partido contra el Sporting demostró que Zidane cuenta con una plantilla con más de once titulares. El reto del técnico, como explica un «coach», es que los que no jueguen no se desanimen.
El equipo titular del Madrid, el de los días importantes, va a ser el que salió contra el Sporting. Pero quienes cambiaron el partido fueron Morata, Lucas Vázquez y James, mientras que Asensio e Isco se quedaron fuera de la convocatoria. Es decir, que si además contamos con que Pepe no jugó, Zidane maneja 17 futbolistas que sin ningún problema pueden ser titulares. Y que, en algunos casos, pueden poner en duda, con todo derecho, el once de gala. ¿Merece jugar Morata más que Benzema ahora mismo? ¿Debe tener más minutos Lucas Vázquez? Son preguntas que se hace Zidane y cuya respuesta supone mandar a un futbolista al banquillo. Tiene que decir no a quien se merece un sí. «Se tiene que saber decir: elijo que no juegues», asegura a este periódico José Vidal, presidente de AECODE (Asociación Española de Coaching Deportivo). «Hay que saber comunicarlo, saber gestionar, explicar las razones. El futbolista no puede gestionarlo pensando ‘‘soy malo y la próxima vez que juegue tengo que demostrar lo bueno que soy’’. Porque eso le añade presión. Hay que hablar con él, pero sobre todo hay que encontrar su canal de información, la forma en que se lo dices. Si no, no escucha».
En una conferencia, Pep Guardiola decía lo mismo acerca de la relación con los jugadores: «Hay que saber tocar la tecla». Ahí está el éxito de un entrenador. Zidane lo supo hacer en enero, cuando a un equipo decaído le contagió su ambición y supo manejar como nadie su empatía, su liderazgo y su capacidad de comunicación, las tres claves de un «coach» que persiga el éxito.
La situación que maneja esta temporada es distinta, pero sus cualidades valen igual. El equipo titular está más o menos claro, pero hay una serie de futbolistas que empiezan suplentes, no son nada conformistas y bien utilizados, como hizo el miércoles, van a ser decisivos. Zizou tiene que lograr que ese inconformismo sea productivo para el grupo y que se mantenga en el tiempo. Es decir, que si alguno no disputa un par de encuentros consecutivos, no se hunda. Los futbolistas tienden a pensar que son mejores que cualquiera y muchas veces no aceptan un no, una sustitución o empezar en el banquillo. «En coaching», asegura Vidal, «decimos que hay que “estar en flow”, es decir, en la mejor situación posible, que es salir a disfrutar». Al jugador que no cuenta hay que hacerle entender que tiene que asumir su rol dentro del grupo, que el partido en el que le toque participar puede ser el que cambie su situación. «Hay que decirle: “tú estás jugando en el Madrid, ya eres bueno y millones de personas quieren estar en tu lugar’’, para que el día que entre sea capaz de brillar.
Si Zidane les convence, el camino del Real Madrid esta temporada puede ser espectacular. Tiene plantilla para aguantar lo que haga falta y también, mirando el lado malo, para que alguna mala cara le contamine el vestuario. Él no se cansa de repetir la palabra «equipo» cada vez que puede. Lo hace, incluso, cuando se le pregunta individualmente por alguien: quiere que todos sus futbolistas piensen en el mismo objetivo. «Cuando uno juega en un equipo, todos se tienen que sentir imprescindibles, es un equipo y el entrenador es el jefe encargado de crear esa atmósfera», cuenta José Vidal. Zidane, que es un entrenador que habla como un «coach», lo sabe: intenta hacer sitio a todos en un lugar donde sólo caben once e intenta, sobre todo, que los que no jueguen no se aparten del objetivo final. «El ‘‘coaching’’ son procesos por los que logramos tener un equipo en vez de un grupo», insiste José Vidal.
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