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Real Madrid - Alavés (3-2): De la felicidad al miedo

El Real Madrid llegó a los últimos minutos con tres goles a favor tras un encuentro muy tranquilo. Pero todo se le complicó

Real Madrid - Alavés: horario, alineaciones y dónde ver en TV y online la jornada 7 de La Liga

REAL MADRID / ALAVÉSJUANJO MARTINAgencia EFE

José Aguado
José Aguado
Joshua Cervantes

Madrid Creada: 24.09.2024 23:19

Última actualización: 24.09.2024 23:19

Vamos por la vida cómo si fuese seguro todo lo que tenemos. Tampoco podemos ir de otro modo, sería inaguantable ser conscientes de que el peligro acecha en cada momento, que todo es frágil, que nada se puede dar por seguro. Ni siquiera un 3-0 a favor del Real Madrid contra el Alavés, en el minuto 83 del encuentro.

Lo que ocurrió en el Santiago Bernabéu fue extraño: se pasó del relax absoluto, de los cambios para dar descanso y de que Ancelotti hiciese caso al público y sacase a Vallejo, al temor inesperado y agobiante de que los tres puntos se escapasen. Como película no tuvo precio, aunque a los madridistas les gustase poco. Estaban ya pensando en el partido del domingo contra el Atlético, se veían felices porque parecía que todas las piezas encajaban y de repente, veían a su equipo encerrado atrás, tras dos goles en dos minutos, con cinco defensas para asegurar el único gol de ventaja que, de repente, sólo les quedaba y protestando por los seis minutos que dio el colegiado de prolongación.

No pasó nada grave, fue un susto que emborronó el hasta entonces buen y tranquilo partido del Real Madrid. Fue un susto nada más pero que tendrá dos consecuencias: una es que el Madrid ya no se va a despistar ni un ratito, y eso es bueno. La otra es que Vallejo, del Ancelotti ya no se fiaba, va a jugar mucho menos a partir de ahora. No fue su culpa, o no fue especialmente su culpa, pero salió al campo con un 3-0 y acabó el partido con un 3-2. Y eso que cortó bien alguno de los siguientes ataques del Alavés, cuando todos estaban ya de los nervios y nadie sabía muy bien cómo se había llegado hasta ahí.

Y eso que todo empezó de cine con el gol de Vinicius cuando el Alavés casi ni sabía que había empezado el partido. No fue titular contra el Espanyol y cuando salió al campo, resolvió el partido. Fue titular contra el Alavés y en cuanto salió al campo, resolvió el partido con su pase atrás a Lucas Vázquez. Es puro nervio el brasileño y eso le sienta de miedo al equipo. Provoca goles, pero también ve amarillas que al madridismo le cuesta entender. Se llevó una patada, pero la tarjeta fue para él por protestar.

Se suponía o se decía que como Vinicius había rotado en el encuentro anterior, para no distinguir a una estrella por encima de otra, Carlo Ancelotti iba a dar descanso a Mbappé para que jugase Endrick. No ocurrió y está por ver si alguna vez ocurre. Endrick salió ya en la segunda mitad (por Rodrygo) y en uno de los primeros balones que tocó, mandó el balón al travesaño. Está hambriento el chico y bien que hace.

Pero a Mbappé no lo va a mover porque el francés ya ha cogido carrerilla y va a ser difícil también que acabe un partido sin hacer un gol. Desde el gol de Vinicius, el choque adoptó un tono que se mantuvo durante todos los minutos: el balón para el Real Madrid, que lo movía sin ninguna prisa frente a un rival que tampoco mostraba excesivo entusiasmo en robarlo. Si el Alavés no mordía, no iba a gastar fuerzas de más los locales. Era un monólogo de alguien que habla porque el silencio del otro, del Alavés, en este caso era hasta incómodo. Quién iba a pensar lo que sucedería.

Mbappé cambió de ritmo y con Bellingham como socio, porque no hay mejor socio en este equipo para construir paredes y levantar una casa al borde del área, fabricaron el segundo tanto. Taconazo de Kylian a Bellingham, pared en profundidad de este y después Mbappé saliendo hacia el lado más difícil, el que rompía a la defensa y rematando con facilidad.

El Alavés no notó el gol, porque no le cambió el pulso. Parecía muerto pero sólo esperaba su momento. Tampoco se alteró en la segunda mitad, cuando Rodrygo hizo el tercero. Un gol más importante para él de lo que puede parecer. Camavinga vuelve ya y hasta estos dos últimos partidos, Ancelotti ha podido tener dudas de quitar al brasileño cuando volviese el francés. El gol puede inclinar la decisión a su lado.

El partido se tenía que acabar ahí. A descansar y a otra cosa. Pero en la vida, ya se sabe.

Actualizado a las 23:19